Fausto Polanco
El despegue que ha tenido la salsa en los últimos años no es fortuito, ni llegó de la nada como muchos se creen. Obedece a una serie de hechos que se fueron dando poco a poco.
Factores que tienen sus protagonistas, los cuales se han mantenido luchando unidos para que este género logre la trascendencia que hoy exhibe en el país.
Esos defensores de la salsa tienen nombres, entre ellos Eugenio Pérez, Carlos José Rosario, Santiago de Jesús, Chino Méndez, “El Gato Peter”, Cornelio Martínez (El piloto) y otros más que han acuñado como ellos este ritmo.
Ellos se encargaron de promover a los artistas de la nueva generación en sus programas de salsa de los 70, 80 y 90, sacando espacio para darle oportunidad a la salsa de hoy.
Ese movimiento fue creciendo y los artistas nuevos que no tenían afinidad con los ritmos urbanos decidieron grabar salsa, porque entendieron que este género musical tiene espacio para ellos.
No ocurre lo mismo con el merengue, pues los programas de merengues de los 80 no colocan temas nuevos y sus productores no son aguerridos ni les duele el ritmo como a los promotores de salsa del país.
Al merengue más que cambios y evolución lo que le falta es gente que le duela el ritmo. Gente que lo promocione y locutores que lo pauten. La salsa no ha evolucionado. Es la misma llamada salsa erótica de los 80 y 90 y la juventud la ha acogido, pero porque tiene dolientes.
Muy pocos artistas han logrado el éxito a través de las redes sociales. Uno de 100 lo logra, por eso afirmo que el medio más efectivo para promocionar un artista es la radio.
“Cosas de él”, de Miriam Cruz, no tiene nada nuevo, simplemente las emisoras lo pautaron y se pegó, por lo tanto, aún se puede.
