Lo que el espacio pagado de la JCE no dijo

Lo que el espacio pagado de la JCE no dijo

Lo que el espacio pagado de la JCE no dijo

En nuestro artículo anterior decíamos que el actual Pleno de la Junta Central Electoral ha decido dar a conocer, a través de un espacio pagado, que los equipos comprados por el anterior Pleno Electoral para ser utilizados en las elecciones generales del año 2016, no serán utilizados para las elecciones del año 2020 porque, según el nuevo Pleno, “tuvieron un desempeño inconsistente y poco fiable en el universo de los colegios electorales”, añadiendo que “para poder reutilizar esos equipos precisarían, necesariamente, de modificaciones importantes: integrarles a todos ellos baterías nuevas con mayor capacidad de duración y, por otra parte, instalarle a cada uno un nuevo software que permita su uso”.

Pero en ese espacio pagado el actual Pleno de la Junta Central Electoral no ha dicho a la ciudadanía cuáles fueron los motivos por los cuales tres mil quinientos de los técnicos entrenados para operar los escáneres renunciaron a último minuto, ni ha dicho en el espacio pagado que por esa razón los escáneres debieron ser manejados por personal improvisado, no entrenado para esa tarea técnica, quienes al no conocer su operatividad no pudieron manejarlos adecuadamente, siendo evidente que eso afectó el avance normal de la etapa inicial del proceso electoral del 2016.

Y decimos esto con toda propiedad porque nos consta en primera persona el trabajo extraordinario realizado por el Pleno de la JCE y por la Dirección de Elecciones para el montaje de un proceso electoral que pretendía hacer historia en transparencia, en prontitud y en eficiencia, y que buscaba dar a conocer los datos del escrutinio en el menor tiempo posible, pero pese a todos los esfuerzos de la Dirección de Elecciones y de todas las Juntas Electorales, a última hora el proceso se volvió un caos por las dificultades para operar los equipos electrónicos adquiridos.

Nos sorprende que los miembros del pleno de la JCE no hayan tomado en cuenta, o que quizás hayan omitido, las opiniones de las personas que trabajaron directamente en el montaje, coordinación, administración y evaluación de las elecciones 2016, ya que si el objetivo es identificar las debilidades del pasado proceso electoral, para corregirlas y no repetirlas, en interés de recuperar la credibilidad parcialmente perdida en dicho organismo, entonces debemos profundizar en el fondo del problema, y no en las formas que adquirió el problema, pero al leer el espacio pagado publicado me parece que a los honorables miembros del Pleno de la JCE se les ha olvidado que ellos son la cara de la institución y tienen que cargar con lo bueno y lo malo, con lo dulce y lo amargo, y con los éxitos y los fracasos.

Y en algún momento el Senado de la República deberá llamar a consulta a los miembros de la JCE, sobre todo a quienes insistieron en que se publicara ese incompleto espacio pagado para decir al país que esos escáneres no sirven y que hay que botar los 30 millones de dólares que le costaron al país, equivalentes a casi 1500 millones de pesos, porque de seguro que no todos estaban de acuerdo con el texto de ese espacio pagado, sobre todo porque sabían que muchos ciudadanos se preguntarían que ¿Desde cuándo un país pobre, como el nuestro, bota 1500 millones de pesos por las alcantarillas electorales?; y ¿Cuántas escuelas electorales podríamos construir y operar eficazmente con 1500 millones de pesos?, porque a quienes nos duele la JCE, y a quienes conocemos los procesos electorales, nos preocupa el texto de ese espacio pagado, porque hay que ser muy indolente frente al dinero de un pueblo pobre para publicar una especie de solicitud de autorización pública para botar esos costosos escáneres, demostrando que allí alguien carece del sentido de la austeridad económica que debe tener todo funcionario que maneja fondos públicos.

Después de ese espacio pagado a nadie debe sorprender el alegato de fraude de los partidos políticos y de los candidatos que no fueron favorecidos con el voto popular, porque ahora es la propia JCE la que está enviando a la ciudadanía, y a la clase política, confusos mensajes públicos que siembran dudas, en vez de preguntar ¿quiénes tuvieron que ver con la renuncia colectiva, de última hora, de los técnicos entrenados para el uso de los escáneres?, y ¿por qué ahora, en lugar de buscar las verdaderas causas del problema, se quiere descargar todas las culpas sobre escáneres mudos?, dejando así abiertas las siguientes preguntas que muchos podrían hacer despues de leer el espacio pagado: ¿Con quién quieren congraciarse algunos de los miembros del Pleno de la JCE?, y ¿A quién quieren perjudicar al satanizar, y solicitar botar, los escáneres que tanto dinero nos han costado a todos?