Quienes me conocen en mi quehacer social saben que no suelo montarme en olas, pues ellas arrastran lo bueno y lo malo.
Lógicamente, si la ola va en la misma dirección mía, coincidimos en el transitar, pero no porque me haya montado sobre ella.
Coincidí con el golpe de agua en considerar que en el Consejo Nacional de la Magistratura se produjo una innecesaria e inmerecida agresión contra la respetable magistrada Miriam Germán Brito, una mujer de larga trayectoria en la judicatura nacional.
Pero este tsunamí ha arrastrado al procurador adjunto Bolívar Sánchez, quien en medio de esta tormenta dio el frente para explicar al país lo relativo a un tema que, aunque vinculado, se diferencia de lo ocurrido en la sesión del Consejo Nacional de la Magistratura.
Pero la procesión ha tomado un camino donde ya no hay simplemente razones, sino pasiones e intereses, que incluyen hasta las disputas internas en el PLD.
Me estaría traicionando a mí mismo si guardo silencio y no expreso que tengo constancia de la integridad de Bolívar Sánchez, un servidor judicial que ha arriesgado su vida muchas veces enfrentando a oligarcas que delinquen, influyentes que violan las leyes y al temible crimen organizado. Tiene un historial que no puede ser derrumbado por una coyuntura.
Entre las investigaciones que este procurador adjunto ha llevado a cabo están estas perlas, muchas de las cuales hubieran quedado truncas o impunes si no hubieran contado con su tenacidad, reciedumbre e integridad: asesinato de Emely Peguero, robo de droga por equipo de la Dican, caso Percival, los abusos sexuales del exnuncio Wesolowski y el padre Gil, asesinato del periodista José Silvestre, caso Arturo del Tiempo, Figueroa Agosto, caso Paya, localización en Estados Unidos de uno de los asesinos de Orlando Martínez, asesinato del mayor Herrán Mancebo, atraco al camión de Vimenca, asalto a la cárcel de Najayo, asesinato del español Adolfo Justo Fernández Arellano (Waikiki) por parte de Quirinito, investigación de Quirinito mediante el uso de un acta de defunción falsa, Caso Bahía de las Águilas en su primera etapa arrestando a los responsables de la estafa, caso Llenas Aybar, secuestro joven Eduardo Baldera Gómez y posterior desaparición de Juan Almonte Herrera, uno de los supuestos implicados.
Ese es el Bolívar Sánchez que he conocido y el que se ha ganado mi respeto.
Entiendo que gente vinculada al bajo mundo quiera cobrarle algunas, a uno le ha impedido actuar a sus anchas o incluso le ha hecho pagar por sus crímenes.
Lo que no puedo permitirme es quedarme callado al ver gente buena haciendo causa común con aquellos que vienen del lado oscuro.