Lo que aprendemos de Tomás Moro

Lo que aprendemos de Tomás Moro

Lo que aprendemos de Tomás Moro

Altagracia Suriel

En tiempos en que la moral y los principios se están reivindicando, es interesante repasar la vida y pensamiento de Tomás Moro, un hombre que, por su testimonio de coherencia y fe, llegó a los altares convirtiéndose en santo, mártir y en patrono de los políticos y gobernantes.

De Moro aprendemos la necesidad de humanizar el mundo, la condena de la tiranía, la construcción de utopías y a defender los principios.

1. Humanizar el mundo:
Moro se ubica en el contexto del pensamiento humanista del siglo XV, la cual exalta la importancia del ser humano como protagonista de su historia desde el impulso de la razón y el espíritu. Con Moro aprendemos que humanizar la vida implica cultivo del conocimiento, la amistad y las virtudes.

2. Condenar la tiranía:
De Moro aprendemos a alzar la voz a los intentos de tiranía o a su práctica. En su poema Epigrammata expresa su crítica a la tiranía comparando a los tiranos con lobos rapaces que dañan a su pueblo.

En tal sentido, expresó: “¿Qué cosa es el buen príncipe? Es el can custodio del rebaño, que ladrando ahuyenta a los lobos. ¿Y qué cosa es el mal príncipe? Precisamente es el lobo”.

Respecto a la condena a la tiranía, en su obra la Utopía, Moro planteó que en una sociedad bien gobernada, todo intento de tiranía debe ser detenido y castigado.

3. El utopismo:
El aporte más grande de Moro es su inspiración para la construcción de sociedades igualitarias. En Utopía nos recuerda que la igualdad entre todos los seres humanos es una tarea pendiente y que una sociedad mejor sólo surge de un compromiso con la educación, la agricultura, el cuidado de la tierra, el gobierno participativo, la vigilancia ciudadana y la tolerancia.

4. Defender los principios:
En una sociedad donde todo se compra o se vende incluyendo las lealtades y los principios, Moro nos recuerda que hay gente que no tiene precio, que hay hombres que no se doblegan ante el poder y están dispuestos a sacrificar hasta su vida por los valores que creen.

Que una moral elevada impide arrodillarse ante los caprichos del poder y sus excesos.