Lo mejor que pudo pasar

Lo mejor que pudo pasar

Lo mejor que pudo pasar

Lady Reyes, directora de Encuentros Interactivos.

No recuerdo el día exacto que la frase “lo que no te pasa es lo mejor que nunca te sucedió” se cruzó en mi camino, tampoco si la escuché a alguien o la leí en algún lugar.

Lo que sí sé es que fue tan aleccionadora que la anoté y coloqué en mi pizarra de notas para recordar que, sin importar lo que quiero o deseo, o lo tanto que puedo trabajar por algo, lo que está o lo que se logró es lo que realmente debía de suceder.

Esta frase, cargada de reflexión y profundidad, invita a considerar una perspectiva alternativa sobre las experiencias que vivimos.

Hoy, donde nos aferramos a lo que deseamos fervientemente, puede resultar difícil aceptar que lo que no ocurrió podría ser, de hecho, lo mejor para nosotros.

Cuando miramos hacia atrás, es común recordar momentos de desilusión, oportunidades perdidas o caminos que no tomamos.

Sin embargo, es en esos mismos instantes donde también encontramos lecciones valiosas, crecimiento personal y, a veces, incluso salvación.

Imagina el trabajo que no conseguiste, la relación que no funcionó o el proyecto que nunca despegó. Ahí, donde todo parecía desalentador, se nos pega esa sensación de fracaso o decepción.

Pero, ¿qué pasaría si consideras que, en realidad, esas experiencias te protegieron de algo peor o te llevaron hacia un camino más adecuado para ti?

Quizás la relación que no funcionó te liberó de una situación tóxica o te permitió descubrir aspectos de ti mismo que necesitabas explorar.

Tal vez el trabajo que no conseguiste te empujó a seguir buscando una oportunidad que realmente te apasiona y permite crecer profesionalmente.

O puede ser que el proyecto que nunca despegó te condujo hacia una dirección inesperada, donde sentiste tu verdadera vocación.

A menudo, las mayores bendiciones vienen disfrazadas de desafíos o decepciones. Es en la adversidad donde descubrimos nuestra fuerza interior, capacidad de adaptación y resiliencia.

La próxima vez que te encuentres lamentando lo que no sucedió, recuerda que cada experiencia, positiva o negativa, forma parte de tu viaje y contribuye a tu crecimiento.

Confía en que el universo tiene un plan para ti, incluso cuando las cosas no salen como esperas.



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