Claudio Caamaño Vélez.
La popularidad del presidente Abinader no es una creación artificial, sino el fruto de un arduo trabajo. Ese hombre que, en medio de una coyuntura electoral, llegó al poder con el apodo de “tayota”, es hoy uno de los gobernantes más valorados a nivel mundial, y se encamina a lo que se proyecta como un triunfo electoral sin precedentes.
El presidente Abinader asumió un país con grandes males estructurales, en medio una de las realidades más difíciles que ha vivido la humanidad en la historia reciente. Primero le tocó apagar muchos fuegos, luego organizar la casa, y, entonces, comenzar a desarrollar su plan de gobierno. A pesar de todo eso, ha logrado mostrar importantes resultados concretos, que evidencian su gran capacidad gerencial.
Cuando Abinader dice que “lo mejor está por venir”, no es un simple eslogan, lo dice convencido de que así será. Si hemos tenido logros y avances en una gestión de gobierno que empezó en circunstancias tan difíciles, imaginen todo lo que podremos lograr como país en los próximos cuatro años.
Que orgulloso debe estar don José Rafael, como orgullosa está doña Sula, pues sus logros y su alta valoración son el producto de sólidos principios inculcados en un hogar noble.
Tengo una profunda fe en el porvenir de nuestro país, y tengo el pleno convencimiento de que: lo mejor está por venir. Adelante Presidente.
PDT: Este domingo, independientemente de la preferencia electoral, cumplamos con nuestro deber ciudadano, ejerciendo nuestro voto. Mucha sangre fue derramada para que los dominicanos tengamos hoy ese derecho.
