Lo difícil y complejo del desarrollo económico dominicano

Lo difícil y complejo del desarrollo económico dominicano

Lo difícil y complejo del desarrollo económico dominicano

Antonio Ciriaco Cruz

En el intricado panorama del desarrollo económico dominicano, los investigadores, los cientistas sociales, y los formuladores de políticas públicas comparten el desafío común de cómo consensuar políticas y acciones que nos conduzcan a la “meta” establecida. Por lo tanto, si bien pueden estar de acuerdo sobre principios generales, dadas las limitaciones siempre cambiantes entre países y tiempos, los desacuerdos sobre la ruta a seguir nunca se quedan atrás.

Con tales complicaciones, la búsqueda del desarrollo económico a menudo se asemeja a navegar por un laberinto. Con frecuencia se presenta obstáculos y necesitas pausar o retroceder para luego avanzar hacia la meta trazada.

Durante los últimos 60 años han surgido una gama de “paradigmas” del desarrollo, muchos de ellos impulsados por gobiernos y organismos multilaterales, caracterizados por una visión simplista, llevando a una falsa dicotomía entre el Estado y el mercado.

Y como el mercado se asume como la economía, entonces se llega linealmente a que a más Estado menos economía. Por tanto, debemos reducir al Estado, y su responsabilidad para hacer frente a los problemas de crecimiento, bienestar, distribución del ingreso, eliminación de la pobreza y respeto al medio ambiente y nuestro entorno ecológico.

Dejando de lado las explicaciones que van con el “marketing” de la política, de la lucha electoral y del reduccionismo del pensamiento económico dominante. Los problemas que enfrenta el país requieren de “reformas estructurales” y “transformaciones profundas” de sus estructuras productivas.

Los problemas estructurales han sido verdaderos límites al crecimiento económico sostenido e inclusivo del país, que, si no son enfrentados y atacados con políticas y estrategias económicas de largo plazo, donde participe el Estado, la empresa privada, y la sociedad en su conjunto, no podrán ser resueltos.

Si no se superan los límites del desarrollo, los problemas estructurales volverán a repetirse periódicamente, y los problemas ancestrales que la economía dominicana padece (salud, educación, etc.) seguirán reproduciéndose y magnificándose. El resultado es que será difícil converger hacia un desarrollo que llene las expectativas de la sociedad dominicana.



Antonio Ciriaco Cruz

Dr. Antonio Ciriaco Cruz, economista. Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UASD. Columnista de El Día.