SANTO DOMINGO.-Con 15 años de ejercicio profesional, la ginecóloga y obstetra Yagna Roa relata que lo más difícil de ser médico y madre es poder pasar más tiempo con sus hijos, a pesar de que divide los espacios para darles tiempo de calidad.
Lamenta que pocos comprenden que el médico siempre debe estar disponible, sin importar el día y la hora, para dar servicio a sus pacientes, en ese aspecto “nos parecemos a los guardias”.
Con más de 500 partos realizados, uno de los más recordados fue un “baby shower minutos antes del parto”.
Roa cuenta que tenía una paciente de término y el día previsto para la fiesta del bebé, con bizcocho listo e invitados, empezó el trabajo de parto y de ahí salieron hacia la emergencia.
“Me llamaron, le asistí su parto y todo salió bien, pero al salir del quirófano nos esperaba la celebración en la habitación de la clínica para dar gracias por la llegada del recién nacido”.
Sobre su trabajo, afirma que las pacientes deben obedecer las orientaciones del especialista para cumplir con todos los protocolos que conlleva su estado, porque el embarazo es una caja de sorpresas, para la madre, el recién nacido, padre y familia”. Aconseja: “Sin importar lo vergonzoso que sea la situación, las pacientes deben ser sinceras con el médico”.
Perfil
Nombre:Yagna Roa
Edad44 años
Profesión:Gineco-obstetra
Hijos:4
Anécdota:
Lo más difícil es no poder estar con mi familia e hijos en las ocasiones especiales, como los actos de la escuela, cumpleaños y hasta Nochebuena. Es un gran sacrificio.