“No queda pollo. Hay que esperar un rato”, es una de las frases más repetidas en los últimos días en el comedor de la Villa Olímpica. La falta de proteínas de animales, las colas en el comedor olímpico o la “mala calidad” de algunos alimentos han generado importantes críticas entre los deportistas y las delegaciones.
“El único problema es la falta de comida. Es un poco sorprendente”, afirma el nadador hondureño, Julio Horrego, en una entrevista para AFP, quien especifica que necesita ingerir unas 5.000 calorías al día e insiste en la falta de alimentos básicos para la dieta de un deportista olímpico, como huevos durante el desayuno o pollo durante las comidas.
“Ante la alta demanda de los deportistas, ciertos alimentos han tenido que ser racionados”, justifican desde la organización de París 2024 y Sodexo Live, la empresa encargada de suministrar las más de 40.000 comidas al día. Aunque insisten en que “los volúmenes de alimentos de alta demanda se han reforzado”, y que la prioridad en estos momentos es “satisfacer las necesidades de los atletas de todo el mundo y contribuir a su rendimiento”.
El “restaurante más grande del mundo” cuenta con una capacidad de 3.300 plazas y trabaja bajo unas jornadas maratonianas, en las que ofrecen 40.000 servicios al día a más de 10.000 deportistas y staff de la Villa Olímpica. Más de 550 recetas han sido creadas para la ocasión bajo la supervisión de nutricionistas especializados en deporte de alto nivel, pero parecen insuficientes. La organización lo justifica afirmando que el plan nutricional, también se ha apoyado en un modelo basado en reducir el “desperdicio alimentario”. De ahí que el 80% de los productos sean frescos y de origen francés, además de incluir un 30% vegetales en la dieta. Unos menús con proteínas vegetales que no parecen atraer a los deportistas, según Philipp Wurz, encargado de la hostelería de París 2024; “los atletas corren hacia las proteínas de animales”, agotándose rápidamente frente a las vegetales.
“Hay deportistas que quizás han estado preparándose durante este último año con una dieta específica, y al llegar a la Villa Olímpica se encuentra que no pueden cumplir con su programa nutricional, y eso altera su preparación”, insisten para EL PERIODICO fuentes del staff olímpico español. Además, insisten en que, cambiar la rutina de un deportista olímpico a las puertas de una competición tan importante, le puede alterar psicológicamente.
Británicos y surcoreanos abandonan la Villa Olímpica
Es uno de los países donde más estrellas Michelín hay por metro cuadrado, y en el que la gastronomía es una parte fundamental de su cultura, curiosamente está siendo duramente criticado por ello durante estos Juegos Olímpicos. La atleta estadounidense, Raven Saunders, publicó un vídeo en su cuenta de Tik Tok, mostrando una brocheta quemada y haciendo mofa de ello. Sin embargo, otros no han querido jugar al humor y directamente han abandonado la Villa Olímpica, como es el caso de la delegación británica o la surcoreana.
Los atletas británicos se quejaron a su Comité Olímpico de la escasez de comida y de su calidad: «Hay escasez de determinados alimentos: huevos, pollo, ciertos hidratos de carbono, y luego está la calidad de la comida, como la carne cruda que se sirve a los deportistas”, lamentó el director general de la delegación británica, Andy Anson, en las columnas de The Times. Por ello, la delegación ha preferido contratar a su propio chef, británico por supuesto, fuera de la Villa Olímpica.
A pesar de que la organización París 2024 ya ha entonado el mea culpa y ha admitido que está trabajando para solucionar los contratiempos, para la delegación surcoreana ya es demasiado tarde. Hace unos días, los surcoreanos abandonaban la Villa Olímpica y se trasladaban a un hotel para asegurar el bienestar de sus atletas.
“Una sauna”: Falta de comida y aire acondicionado
Según The Korea Times, seis nadadores surcoreanos han cambiado la Villa Olímpica por un hotel, desesperados por las largas distancias entre la zona de entreno y la de descanso, la baja calidad de la comida, y la falta de aire acondicionado en plena ola de calor en París.
La Federación Surcoreana de Natación prefirió instalar temporalmente a sus deportistas en un hotel cercano a la piscina olímpica para, “asegurar de que estén cómodos», afirmó el presidente de la Federación de Natación de Corea del Sur, Chong Chang-hoon, tras las quejas de varios nadadores, como Hwang Sun-woo, quién comparó los autobuses que les transportan desde la Villa Olímpica a las zonas de competición con “saunas”.
Normalmente, entre la zona de descanso de los deportistas olímpicos y los centros de competición hay una media de entre 40 y 45 minutos de viaje en autobús. Transporte que no dispone de aire acondicionado. Algo que también ha generado importantes críticas del lado español, como la gimnasta Anita Pérez, quién compartió un vídeo en sus redes sociales quejándose de la situación: “Lo de los buses es inhumano. 40 grados y sin aire acondicionado en un autobús media hora hasta el pabellón. Esto me parece una pasada para los deportistas, y para cualquier persona. Gente sentada incluso en el suelo”.