Roma.- Los cerca de 400 supervivientes de la última tragedia en aguas del Mar Mediterráneo llegaron hoy a la isla italiana de Sicilia, donde desembarcaron junto con los 25 cadáveres del naufragio ocurrido ayer frente a las costas de Libia.
Desembarcaron en el puerto siciliano 367 personas de las 373 rescatadas, pues seis tuvieron que ser llevadas en helicóptero a un hospital de Lampedusa porque precisaban atención médica urgente.
Los 367 inmigrantes que llegaron a Sicilia fueron trasladados a bordo del barco de la Marina irlandesa “Lé Niamh”, que también transportó los 25 cadáveres que fueron recuperados.
Italia sigue recibiendo centenares de inmigrantes cada día, que son trasladados a territorio italiano después de ser socorridos en las aguas del Canal de Sicilia cuando se encuentran a bordo de lanchas neumáticas o barcazas inestables que les llevan a sufrir situaciones de peligro e incluso en algunos casos a naufragar.
Una fuente de la Guardia Costera italiana confirmó a Efe que solo hoy se ha prestado auxilio a casi 1.200 inmigrantes en diversas operaciones y dispositivos desplegados en el Mediterráneo, y se espera que estas personas lleguen a territorio de Italia en los próximos días.
De estos 1.200 inmigrantes, la misma fuente confirmó que 381, que fueron salvados cuando viajaban en una barcaza desde Libia hacia Europa, llegarán previsiblemente mañana al puerto siciliano de Pozzallo.
El rescate de estas 381 personas, entre las que hay 55 mujeres y 26 niños, se produjo a 30 millas (unos 48 kilómetros) al norte de la costa de Libia, cerca del área en la que ayer naufragó la embarcación en la que murieron al menos 25 personas y en la que, según el relato de los supervivientes, viajaban entre 400 y 600 inmigrantes, por lo que podría haber decenas de desaparecidos.
Los guardacostas también explicaron que otros 94 inmigrantes socorridos en los últimos días que deberían haber llegado hoy al puerto siciliano de Augusta continúan en el mar, a bordo de naves italianas, a la espera de que sea posible su desembarco.
Y es que Sicilia se encuentra saturada tras las últimas llegadas masivas de centenares de inmigrantes que, animados por el buen tiempo, inician su viaje generalmente desde el Norte de África con destino a Europa.
Lo hacen con la esperanza de llegar al Viejo Continente, pero no todos lo logran pues como denunció recientemente la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en lo que va de año han muerto 2.000 personas en el Mediterráneo, la ruta “más mortal para los inmigrantes que buscan una vida mejor”, mientras que el pasado año fallecieron 1.607.
Se trata de una situación insostenible, según lamentó hoy la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).
“Es lamentable y descorazonador ver cómo se siguen perdiendo vidas en el Mediterráneo”, afirmó Paula Farias, coordinadora del proyecto de MSF en el Mediterráneo, en un comunicado remitido a los medios.
“Las cifras y los naufragios ponen de manifiesto la magnitud de la crisis, pero detrás de cada número está la historia de personas que se ven obligadas a emprender una travesía peligrosa en embarcaciones frágiles porque carecen de formas legales y seguras para solicitar asilo y acceder a la protección que necesitan”, agregó.
A juicio de esta organización, “no hay suficientes barcos en la conocida como zona de rescate, cerca de las costas libias donde se producen la mayoría de los naufragios».
Por esa razón, MSF pide “a la UE y a sus Estados miembros que aumenten los recursos de las operaciones de búsqueda y salvamento y que mantengan éstas todo el tiempo que sea necesario».
La Comisión Europea (CE) pidió hoy una respuesta global y conjunta con los países de origen y tránsito a la crisis migratoria del Mediterráneo y valentía para llevar a la práctica las medidas que ya se han acordado a escala comunitaria.
“Es muy fácil llorar delante de la televisión cuando se ven estas tragedias, pero es más difícil levantarse y asumir responsabilidades”, señalaron en un comunicado conjunto el vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans; la Alta Representante de la UE, Federica Mogherini, y el comisario europeo de Inmigración, Dimitris Avramopulos.
Avramopulos había solicitado previamente en la red social Twitter “una respuesta global con los países de origen y tránsito” y “soluciones concretas” en la cumbre que se celebrará en La Valeta los próximos 11 y 12 de noviembre con los países africanos.
El comisario consideró “inaceptable” que se ponga en riesgo la vida de “personas desesperadas” que se suben a barcazas abarrotadas para intentar llegar hasta Europa.