Llame a un amigo

Llame a un amigo

Llame a un amigo

Rafael Molina Morillo, director de El Día

¿Tiene usted un amigo o una amiga a quien no le ha hablado desde hace un buen tiempo?

¿Es su día demasiado ocupado para encontrar un tiempecito y dedicarlo a pensar en un amigo ausente o lejano?

¿Quizás hay alguien en su vida con quien alguna vez tuvo una desavenencia y desde entonces no se han dirigido la palabra?

Usted podría hacer del día de hoy una fecha muy especial si tratara de contactar a ese amigo cuyo rastro ha perdido.

Tenga la seguridad de que, si lo consigue, despertará en él y en usted mismo los más cálidos sentimientos del fondo de sus almas.

No hay nada mejor que hablar con un viejo amigo o amiga para recordar vivencias pasadas que reposan guardadas en nuestra memoria, así como para pasar revista a lo que cada uno ha hecho y confiarse recíprocamente cuáles son sus sueños, sus fantasías, sus proyectos.

Nada es más gratificante que compartir con un amigo sincero que nos entienda, nos apoye y nos anime.

Piense en alguien que, cuando reciba una llamada inesperada suya o un mensaje por cualquier vía, pueda sentirse feliz porque usted le ha recordado. Entonces llámele, envíele el mensaje.

¿No tiene tiempo hoy, tampoco? ¿No puede contactarle ahora mismo? Talvez pueda hacerlo cuando regrese del trabajo a su casa esta noche. Por teléfono, por correo, por email, a través de otra persona. O simplemente, envíele un pensamiento. Pero hágalo. Verá que después se sentirá mejor.



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