El disidente chino Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz 2010, murió ayer a los 61 años de edad a causa de un cáncer, después de que Pekín se negara a dejarlo salir del país donde cumplía una condena por “subversión”.
Los médicos le habían diagnosticado un cáncer de hígado terminal en mayo pasado al escritor y profesor de literatura, que había sido líder del movimiento democrático de Tiananmen en 1989 y enemigo del régimen comunista.
A finales de junio, las autoridades anunciaron que se le había concedido la libertad condicional y que había sido trasladado a un hospital de Shenyang, en el noreste de China, tras haber estado ocho años detenido. La oficina legal de Shenyang confirmó ayer su muerte en un comunicado.