
Santo Domingo.-El paso de Beryl, a unos 370 kilómetros del país, huracán atípico para inicios de la temporada ciclónica por su gran fortaleza, dejó en el territorio pérdidas materiales aún no calculadas, sobre todo en zonas ubicadas en la costa del mar Caribe.
Sillas, mesas, canas, paraguas y tablas ubicadas en la orilla para resguardar a los visitantes en la zona de Boca Chica, en la provincia Santo Domingo, fueron arrastradas y otras deterioradas por el oleaje, que fue uno de los principales efectos provocados por el fenómeno atmosférico.

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Yamer Javier
Periodista especializada en la fuente de salud. Máster en Comunicación Estratégica y Relaciones Públicas,