Antonio Ciriaco Cruz 
Antonio Ciriaco Cruz
Es ampliamente reconocido que el sistema tributario dominicano necesita reformas fundamentales. El sistema es regresivo, con altos niveles de evasión y elusión fiscal, y por demás no ha seguido el ritmo de crecimiento de las actividades transfronterizas, el aumento de los activos intangibles y la digitalización que se ha producido en la economía.
Factores como estos limitan la expansión de los ingresos tributarios que permitan alcanzar “objetivos estratégicos”.
Esto pone de relieve la necesidad de una acción colectiva entre los principales actores de la sociedad dominicana para revertir esas falencias y promover una tributación justa. Dichos esfuerzos deberían impulsar un sistema tributario justo, que es fundamental para el contrato social entre la sociedad y el Estado.
La primera área de acción para tener un sistema justo consiste en fomentar la simplicidad administrativa del sistema. A pesar de los esfuerzos de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), aún no se tienen las capacidades administrativas tributarias suficientes para combatir la evasión fiscal.
La segunda área de acción es fortalecer las normas tributarias para abordar la digitalización de las transacciones de actividades transfronterizas que no tienen residencia en el país, y fortalecer la cooperación tributaria internacional que orienten y complementen las capacidades de la DGII.
La tercera área de acción es introducir un impuesto mínimo al ingreso global de los grandes contribuyentes. Esto reduciría la evasión fiscal.
La cuarta área de acción consiste en reducir el ITBIS del 18 % al 14 %. Esto mejoraría la capacidad de consumo de la clase media.
La quinta área de acción sería la adopción de una “regla fiscal” que establezca un equilibrio en las finanzas públicas a lo largo del ciclo económico.
La sexta área de acción sería la sustitución del Régimen Simplificado de Tributación por un “Monotributo”. Este sería de pago fijo mensual, incluyendo pagos de TSS, Infotep, cesantía y otros.
Y la séptima área sería una reorientación de los gastos tributarios en función de objetivos estratégicos.
