Santo Domingo .-En un país donde se estima que un 20 % de la población tiene algún trastorno de salud mental, la poca cobertura del Seguro Familiar de Salud (SFS) constituye una limitante que dificulta el acceso a los servicios para pacientes con alguna condición emocional.
Por esta situación en la Ley 87-01 de la Seguridad Social se recomienda incluir acciones de prevención al deterioro de la salud mental con cobertura de las consultas de psicología y psiquiatras, así como los internamientos en casos agudos y que sea en el segundo nivel de atención, sin embargo, en la práctica la realidad es otra.
Y es que no todos los especialistas en la materia aceptan los seguros médicos, mientras que algunos expertos aseveran que sólo el Seguro Nacional de Salud (Senasa) cumple con lo establecido, pues otros “se hacen los chivos locos”, por ejemplo, a la hora de pagar el internamiento o cubrir en la dimensión correcta.
Toda esta situación conlleva un gasto de bolsillo para los familiares de estos pacientes y se complica aún más cuando se trata de familias de escasos recursos, que no cuentan con mínimo 2,000 pesos que puede costar una consulta.
En ese sentido, el psicólogo Jairo Mercedes indicó que con Senasa el afiliado, aunque depende del lugar, podría pagar 200 pesos de diferencia por una consulta, no obstante, cuando requiere 10 sesiones de terapia el costo ronda 10,000 y 15,000 pesos.
Para el presidente de la Asociación Dominicana de ARS (ADARS), José Vargas, el sistema a través del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS) tiene que establecer las reglas del juego para incluir la cobertura que la sociedad demande e identificar cómo se pagará la misma.
“Creo que es una necesidad que hay que atender porque después del covid-19 los problemas mentales crecieron”, destacó, al indicar hace falta el seguimiento y más medicina preventiva que curativa.
En la red pública del Servicio Nacional de Salud (SNS) existen alrededor de 21 Unidades de Intervención en Crisis y de internamiento, de las cuales 11 corresponden a Santo Domingo, mientras que en el sur hay una en Barahona, San Juan y San Cristóbal; al norte hay dos en Santiago, una Puerto Plata, Duarte, Espaillat y La Vega, y al este hay una en La Romana.
Según la directora de Salud Mental del SNS, Francis Báez, la baja cobertura de las administradoras de riesgos de salud (ARS) es un problema que enfrentan constantemente, en la que en el mejor de los casos cubren sólo algunos de los medicamentos que son más baratos. Dijo que las UIC cuentan con habitaciones, área de terapia electroconvulsivas y recreación, así como estación de enfermería.
Otro de los inconvenientes con los que lidian es que en algunos centros tienen espacios para atender a estos pacientes, pero carecen del especialista.
Hechos violencia
— Necesidad atención
En los últimos días la sociedad ha sido testigo de varios hechos violentos que involucran madres e hijas y muertes de mujeres a manos de exparejas, lo que manifiesta la necesidad de prestar más atención a la salud mental.