Portland (Oregón, EE.UU.).- La elección de Chris Finch por parte de los Minnesota Timberwolves como su nuevo entrenador, tras despedir la pasada noche a Ryan Saunders, no fue bien recibida por los All-Stars, el base Damian Lillard y el escolta CJ McCollum, de los Portland Trail Blazers.
Ambos manifestaron públicamente su descontento por la manera como los Timberwolves actuaron al no tener en cuenta, primero, al personal que ya estaba en el cuadro técnico del equipo, entre el que está el asistente David Vanterpool, exentrenador con los Trail Blazers y el argentino Pablo Prigioni.
Finch, que era entrenador asistente con los Toronto Raptors, hará su debut este martes con los Timberwolves cuando se enfrenten a los Milwaukee Bucks, siendo su primera experiencia al frente de un equipo en la NBA.
La decisión del presidente de operaciones de baloncesto de los Timberwolves, el colombiano Gersson Rosas, ha sorprendido a toda la NBA, dado que es la primera vez que a mitad de temporada se despide a un entrenador y se busca su reemplazo en otro equipo, en lugar de promover a uno que estuviese ya dentro de la organización.
Eso provocó una gran reacción en la NBA por parte de los medios y los jugadores, incluidos Lillard y McCollum, quienes a través de la redes sociales se han preguntado por qué Vanterpool no tuvo la oportunidad de hacer el trabajo.
Lillard escribió en Twitter- «¿Cómo diablos no contratas a David Vanterpool y él está ahí en el banco … y ha estado en la oficina principal EXITOSAMENTE y en el frente de un banco de un equipo ganador EXITOSAMENTE (7 años) … . ¡y también ha jugado un papel importante en el desarrollo de los hombres altos de su propio equipo!». McCollum citó en Twitter a su compañero de equipo -Lillard- y agregó- “Haz que tenga sentido. Respetuosamente».
Vanterpool tiene una relación cercana con Lillard y McCollum, y anteriormente fue asistente de Portland desde 2012 antes de que los Timberwolves lo contrataran en el 2019.
Cuando Vanterpool aceptó el trabajo en Minnesota, Lillard escribió una publicación emotiva en Instagram sobre su partida. Mientras que la conexión de Finch con el trabajo de los Timberwolves proviene de su relación con Rosas, que se remonta a su tiempo juntos en la organización los Houston Rockets.
Sus calificaciones para un puesto de entrenador no están en duda- es una de las mejores mentes ofensivas en el baloncesto y seguramente es un gran entrenador para ayudar a los Timberwolves a sacar lo mejor de su joven plantilla entre los que se encuentran los españoles, el base Ricky Rubio y el ala-pívot Juancho Hernangómez, además del pívot estelar el dominicano estadounidense Karl-Anthony Towns.
La decisión de Rosas ha sido cuestionada no tanto por la elección de Finch sino por la forma en que se dio al tenerlo todo listo, mientras Saunders todavía estaba al frente del equipo, que el domingo perdió ante los Knicks de Nueva York por 103-99, cuarta derrota consecutiva, y bajo su marca a 7-24, la peor de la liga.
Tampoco está claro, si Rosas siguió el proceso de selección que la NBA establece para que haya diversidad en los cargos de decisión de los equipos y en ese sentido si realmente consideró a Vanterpool, de 47 años, como un profesional cualificado al puesto.
El año pasado Vanterpool ya fue entrevistado por los Rockets para el puesto de entrenador que dejó vacante Mike D’Antonio con su salida del equipo. Los Rockets se decidieron por Stephen Silas, otro entrenador asistente que estaba con los Dallas Mavericks.