Todos los organizadores de eventos siempre están buscando fórmulas para hacerlos más interesantes para el público. La Liga Dominicana de Béisbol Profesional no es la excepción. Sin embargo, con la implementación de un miniplayoffs, esta vez no lo hizo, ya que el único objetivo es favorecer al equipo que llegó en quinto lugar, afectando al que queda en el cuarto.
El torneo dominicano tiene como regla que en la ronda regular clasifican cuatro equipos. Y con lo apretado que está el evento, no luce descabellado pronosticar que va a concluir así hasta el final.
Es abusivo que el equipo que se ganó el derecho del cuarto lugar, aunque sea por un juego, se vea obligado a reafirmar su posición con el que llegó quinto.
Imagínense que eso suceda en en la competencia de atletismo en unos Juegos Olímpicos y le digan al ganador de la medalla de bronce que, por haber ganado por una centésima de segundo, tiene que volver a competir con el que llegó en cuarto. Si le gana es el medallista y si no lo hace tiene que volver a competir.
A todas luces se ve que es un una decisión totalmente descabellada, que lo único que hará es deslucir este gran torneo.
Proyecten los problemas que traerá este miniplayoffs si dos o más equipos quedan empatados dentro de las primeras cuatro posiciones, algo que jamás se puede descartar por los parejos que están los equipos y lo corto que es el torneo, que esta vez es de 40 juegos.
Observen este posible escenario: al llegar al juego 40 los archirrivales Águilas Cibaeñas y Tigres del Licey llegan empatados en el cuarto lugar y en vez de ese juego definir la suerte de ambos, no tendrá el mismo nivel de importancia, debido a que sabrán que seguirán con vida por el chance que les da el miniplayoffs. Y todavía peor para un equipo que, para quedarse con el cuarto lugar, tenga que ganar dos juegos, porque llegará en desventaja al Round Robin por haber utilizar a sus mejores lanzadores para lograr la clasificación.
Hace varios años la Lidom aprobó la celebración de un miniplayoffs, pero en el tiempo se dieron cuenta que no era necesario, porque favorecía al equipo que quedaría en la quinta posición. Aquella vez la regla señalaba que si el equipo que llegaba quinto con diferencia menor o igual a tres juegos tenía la oportunidad de enfrentarse al que quedó en cuarto. Por suerte para el evento, nunca fue necesario realizarlo.