Mientras que el Reino Unido reflexiona sobre su futuro en la Unión Europea, los inversores están apostando un monto casi de la magnitud de la economía de Islandia a que la libra caerá hasta niveles que se vieron por última vez en los ochenta.
Al menos 11,000 millones de libras fueron apostados este año a opciones que obtendrían beneficios si después del referéndum del 23 de junio la libra esterlina cayera hasta US$1,3502 o más abajo, una caída de 4 por ciento respecto de los niveles actuales.
Más de la mitad de las posiciones fueron colocadas desde el 20 de febrero, cuando se fijó la fecha de la votación.