Leyendo la Biblia

Leyendo la Biblia

Leyendo la Biblia

David Alvarez

Se afirma a menudo que muchos, al leer un texto, no leen lo que dice el autor, sino lo que tienen en su propia cabeza y corazón.

Recuerdo al Buen Samaritano y el diálogo de Jesús con la mujer samaritana en el pozo, pero no recuerdo a Jesús afirmando que existía un plan diabólico del Imperio Romano para unir a Samaria con Judea. Quizás deba volver a evaluar el nacionalismo de Jesús, si tal cosa es posible.

Siempre me impactó la reacción de Jesús frente a los que deseaban lapidar a la mujer acusada de adúltera y su diálogo con ella cuando sus acusadores abandonaron la escena llenos de vergüenza. Lo que no recuerdo es cuándo Jesús dijo que por ese motivo ella no podía entrar al Templo, ni menos recuerdo en qué momento Jesús consideró a esos moralistas judíos como ejemplos a seguir.

Es difícil olvidar a Jesús a escasas horas de su martirio echando violentamente a los mercaderes de la casa de su Padre, pero honestamente no recuerdo cuándo Jesús los organizó como una asociación de cristianos destacados para recolectar fondos para la caridad. Algo me he perdido en el camino… pienso yo.

Por último, y creo que aquí está la esencia, Jesús afirmando: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Bien, creo que se entiende claramente. ¿O no? ¿Mencionó alguna excepción? ¿Debía el prójimo tener mis valores o creencias para amarlo? ¿Cuándo es legítimo odiar al prójimo? Algunos están o estamos leyendo mal la Biblia.



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