Mi comentario de ayer sobre las mezquitas en Haití provocó que un colega me comentara que esos musulmanes provienen de Estados Unidos.
Mi información difiere. A Haití van misioneros protestantes. Los judíos no hacen proselitismo pues es una religión excluyente.
Los islamitas que están en Haití y en menor grado aquí proceden mayormente de Venezuela y del Medio Oriente. Algunos son financiados por la Hermandad Islámica, poderosa entidad con vínculos terroristas.
Mi amigo invocó los pecados de la evangelización tras el descubrimiento por los europeos, para justificar la expansión musulmana.
Esa leyenda negra adolece de olvidar que los mayas, incas, arahuacos (incluidos los caribes) y los africanos, poseían en sus culturas esclavismo, canibalismo, sacrificios humanos, guerras intestinas y contra otros pueblos, que no los hacen moralmente superiores a los europeos, quienes trajeron la lengua y valores judeocristianos y fundamentos legales romanos.
Esa es la fuente de las herramientas intelectivas para hacer juicios, aun dudosos como promover la leyenda negra sobre la conquista y evangelización de las Américas.
Pese a fallas o aciertos de cada cultura, prefiero las que ofrecen libertad, igualdad, legalidad y prosperidad.