“Hace más de 20 años, en las décadas de los 60 y los 70, miles de jóvenes con sueños y aspiraciones tuvieron que hacer frente al trujillismo, su caída; y la posterior entrada del gobierno de Joaquín Balaguer, hasta hoy reconocido por cobrar con cárcel, exilio, sangre y muerte, las vidas e intentos de esos jóvenes por trazar una senda más justa para los que vivimos hoy.»
Tomado del Blogspot: Los que Balaguer mató
Soy hija de la democracia dominicana, heredera de una libertad que costó sangre, sudor y lágrimas a las generaciones que me preceden, es mi responsabilidad – y con ello quiero decir que es responsabilidad de todos los herederos de esta libertad- defender lo que recibimos con valentía, determinación e inteligencia: ningún proyecto político en nuestro país tiene derecho a revivir a los paleros.
Nunca he formado parte de ningún movimiento revindicativo, pero lo del miércoles 5 de noviembre del 2014 fue demasiado, es el momento de comprender que a la clase media dominicana le corresponden entender su rol dentro de un sistema democrático y asumirlo, para revertir esta tendencia a su desaparición y esta escena en la que parece que nos convertiremos en dos clases sociales: muy pobres y muy ricos, caldo de cultivo para la dictadura, la corrupción y el abuso.
Nos roban el país y no por falta de educación, sino por el silencio cómplice de todos los que debemos alzar la voz y participar en los procesos políticos democráticos que no es política partidista: ¿A quién apoyamos cuando guardamos silencio?, ¿A qué le damos la espalda cuando callamos y nos creemos el cuento de falta de educación?
El hashtag #LeonelNuncaMas me robó el corazón, crecí amando esta Patria de sol bendecida por la libertad, siempre sentí gratitud con la vida por crecer y desarrollarme post Trujillo y vivir mi juventud después de los primeros 12 años de Balaguer, todo mi proyecto de vida habla de amor por este espacio de vida llamado dominicana, por nuestra cultura y por las posibilidades de participar en el desarrollo de un país que apuesta por su crecimiento cultural y económico. Ver en peligro la posibilidad de participar y expresarme despertó todo tipo de alertas en mi corazón, al punto en que se convirtió en una necesidad absoluta expresar mi parecer e invitar a otros a considerarlo.
Cuando escribo #LeonelNuncaMas me refiero: nunca más silencio, nunca más indiferencia, nunca más todo lo que Leonel Fernández representa: un político muy educado que parece haber olvidado su propia herencia histórica, los orígenes de esta Patria que en él ha confiado en demasía.
Nuestra República Dominicana luchó y conquistó una democracia plena, en la que desde la libertad todo el mundo puede expresarse, ningún proyecto político tiene derecho a traer de forma tan descarada lo que significa el retroceso de esa conquista -es imperdonable- por eso hoy se requiere unir nuestras voces y marcarle un límite a toda la clase política dominicana, se pasaron de roscas y por respeto a nuestros muertos, al dolor de nuestras familias, a nuestra historia, lo sucedido el miércoles 5 de noviembre del 2014, en las afueras de las Silver Sun Gallery es inaceptable.
No perdamos de vista que Leonel Fernandez no es el PLD, en este sentido planteo que es una responsabilidad del PLD proponer otro candidato: renovado, fresco de avanzada.
Ojalá y los que tenemos acceso a educación en este país, los que no pertenecemos a ninguna tendencia interesada -más que en el bien de todos, en el marco de un Estado de Derecho y libertad nos unamos en esta voz: la represión nunca más, los abusos de poder nunca más, los paleros nunca más y por tan temeraria acción #LeonelNuncaMas.