Leonel y Danilo: ¡Hora de corregir el entuerto político del "todo o nada"!

Leonel y Danilo: ¡Hora de corregir el entuerto político del «todo o nada»!

Leonel y Danilo: ¡Hora de corregir el entuerto político del «todo o nada»!

Carlos Rodríguez

El ambiente pre votaciones para elegir al nuevo presidente de la República y el Congreso debe tener en situación muy difícil a los principales soberbios que integran e integraron el Comité Político, el Comité Central, una buena cantidad de personeros que ostentan el rango de dirigentes medios por llevar en sus bolsillos una franquicia de la marca PLD; y también la camada del «neopeledeísmo» que otrora se atrincheraron en el Danilismo y el Leonelismo.

En este grupo de neopeledeístas militan una gran cantidad de miembros profanos de la denominada sociedad civil, embaucadores que medran en los partidos en cacería de tinglados de poder y que en el fondo con su práctica arribista contradicen la naturaleza misma del concepto de sociedad civil, desde sus pensadores primigenios (desde Aristóteles, Hobbes y Hegel hasta el príncipe Alexis de Tocqueville, Maurice Duverger, Jürgêns Habermas y otros exponentes) quienes definieron la sociedad civil como la organización cívica, no partidista, no paraestatal cuya misión es defender los derechos civiles, políticos, económicos, culturales de los ciudadanos contra los embates del poder económico, político y el aparato del Estado.

Es decir, esta «casta» de intrusos y convidados por conveniencias grupales desconocen, per se, o ignoran «a pota», que tan pronto un dirigente o militante de la sociedad civil acepta un cargo público o vínculo económico directo con el Estado, automáticamente está renunciando a su condición de veedor de los derechos y miembro de la sociedad civil para pasar a ser su antípoda o un actor de la sociedad política.

Aparte de eso, esa camada mercenaria que poco a poco fue pasando a conformar el «neopeledeísmo» como especie de periferia influyente está conformada por «facturadores de la comunicación y ejecutivos de medios de comunicación a través de interpósitos designados entraron a la listas de millonarios contratos publicitarios y «asesores» que en realidad los convirtió en gestores no presenciales de servicios no realizados pero muy bien remunerados».

De su lado, en gran medida, con su ira, el conjunto integrado por dirigentes, verdaderos mamuses desvinculados de las bases partidarias e insertos en su nueva posición social tras un prolongado ejercicio de cargos y acumulación, unido a la camada de «neopedeístas calienta oídos de presidentes» desde tribunas como mentados «forjadores de opinión pública» llevaron al liderazgo a rebatiñas que movieron al PLD de una posición de eventual holgura para el triunfo en la competencia electoral, para la preservación del poder estatal y partidario en proporciones bien equilibradas y balanceadas; y han llevado al borde de la incertidumbre a la organización políticamente otrora más compacta del país, fundada por Don Juan Bosch con miras a transformar para bien la vida del pueblo dominicano.

 

Todo esto, sin que el danilismo ni el leonelismo puedan exibir la más mínima diferencia ideológica ni metodológica en el plano de la lucha política por el poder, por cuanto hacen todo igual pero con dirección y orientación hacia una jefatura contraria. Al parecer su diferencia sólo radica en la composición de los grupos económicos insertos en la política con miras a ejercer la acumulación originaria de riquezas. Tan parecidos son en cuanto a objetivo, que ambos grupos tienen el mismo modelo aspiracional del poder político: «todo o nada»

 

La tozudez de ambos líderes provocó el imprevisto resultado que fue la escisión impulsaron por la impronta del «todo o nada». Así, el hacer de ambas fuerzas, amenaza con traducirse en breve en un grave atraso del modelo y del proceso de desarrollo impulsado por el peledeísmo de Danilo y de Leonel, a la cabeza ambos de los gobiernos de los últimos 16 años consecutivos. Esencialmente este entuerto político le estaría abriendo el paso al modelo tradicional del perredeísmo ortodoxo personificado ahora por los líderes y militantes del Partido Revolucionario Moderno (PRM) preponderantemente impulsor de la demanda inducida o consumo voraz de las riquezas.

¿Recuerdan el balance final de la economía dominicana durante y al final de los gobiernos 1982-1986 y 2000-2004, gestionada exactamente por los mismos actores de marras, verdaderos acumuladores originarios de riquezas? Su amenaza de retorno es que ahora más de 60% de los electores de ahora, jóvenes, no lo saben porque no padecieron los altísimos costos sociales de la increíble incapacidad y voracidad sobre el tesoro nacional que han estado en pausa durante 16 años debido al castigo electoral que desde entonces les aplicó el pueblo; y cuyas «gulas» han comenzado a evidenciarse desde el nivel municipal que ostentan hace apenas dos meses.

No sé si vale la pena exponerlo, pero Leonel y Danilo, cuentan ahora con el plazo fatal de exactamente una semana para corregir el entuerto de ambos líderes, quienes aun son considerados los más pre-claros del escenario político dominicano, ¡creo yo!