No hay dudas ya, de que la estrategia de reelección del presidente Luis Abinader va a estar sustentada en la marcada diferencia con que en la presente gestión de gobierno se manejan los temas que causan controversia o que destilan un perfume de ilicitud.
Al día en que el suscrito escribe estas líneas nadie que haya generado ruido en el gobierno ha escapado sin cicatriz de la espada presidencial, algunos no se recuperarán de esa herida, otros podrán, con el paso del tiempo, borrar su presencia luego de aprender la lección.
No se trata de un discurso vacío, sino de una realidad que todos los que somos empleados públicos conocemos, estamos frente a una gestión de gobierno donde, o caminas por lo claro o te atienes a las consecuencias.
Precisamente eso es lo que demandaba hace años el pueblo dominicano, un régimen de consecuencias para aquellos que deshonren la confianza depositada en ellos.
En contraposición, todo parece indicar que el tres veces presidente Leonel Fernández no empleará como tema de campaña las realizaciones de su gobierno, sino que se concentrará en difundir un mensaje de división de la sociedad dominicana, táctica que además de nociva, podría colocarlo en situación de ridículo pues ya en una ocasión uno de sus más distinguidos seguidores, el Doctor Franklin Almeyda, expresó que “la sociedad dominicana estaba dividida en peledeístas y corruptos”, y vaya usted a ver el resultado.
Así pues, hemos escuchado al expresidente Fernández insinuar que el actual gobierno trabaja para los ricos y no para los pobres, esta expresión se desmiente muy fácilmente con datos como estos:
La inclusión adicional de más de dos millones de dominicanos en el Seguro Nacional de Salud (SENASA) y el aumento de su cobertura.
El aumento de los sueldos de policías y militares.
El aumento de los beneficiarios y de los montos que son recibidos mensualmente por familias de escasos recursos.
El aumento de personas incluidas en los programas de medicamentos de alto costo.
El aumento en el monto de las pensiones.
Solo por mencionar algunos.
En contraste, lo que nunca podrá ser desmentido es que el recurso natural más grande del país y uno de los mas grandes del mundo, la mina de oro de Pueblo Viejo, fue entregada en un 97% a los ricos y solo un 3% a los pobres.
Y eso lo hizo Leonel Fernández.
Leonel el de los ricos.