Legisladores y exoneraciones

Legisladores y exoneraciones

Legisladores y exoneraciones

Claudio Caamaño Vélez

Esta semana el presidente Abinader planteó la idea de regular las exoneraciones de las que actualmente disfrutan los senadores y diputados, limitándolas a una por período (4 años) y poniendo un tope al valor del vehículo a importar.

La sola mención de este tema generó un avispero, pues eso que la mayoría de los ciudadanos considera un privilegio injusto e irritante, los legisladores lo ven como un derecho, al cual se aferran con uñas y dientes. Indicaron que, antes de aceptar eso, primero hay que retirar los privilegios a otros sectores, lo cual también resulta una gran idea y representa una invaluable oportunidad de matar varios pájaros de un tiro.

Para que tengamos una idea, cada legislador tiene una exoneración cada dos años, para importar un vehículo de cualquier monto.

Estas exoneraciones son vendidas a personas que desean traer al país vehículos de alta gama. Así llegan cada cuatro años cientos de vehículos sumamente costosos como Ferraris, Lamborghinis, Rolls-Royce, etc., sin pagar impuestos.

Sólo en los últimos cuatro años el Estado dominicano dejó de percibir más de 2 mil millones de pesos fruto de la importación de vehículos con las exoneraciones de los congresistas.

La labor de un legislador debería estar impulsada por su vocación de servicio y no por sus ansias de riquezas.

Sin duda, la eliminación de las exoneraciones y otros privilegios, ayudaría a tener congresistas más comprometidos con su labor, y no tanto movidos por las ventajas del puesto, lo cual se traduciría en una mayor calidad de la democracia. Es una ganancia doble.