Esta imagen satelital, difundida por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), muestra al huracán Lee, a la derecha, el viernes 8 de septiembre de 2023 a su paso por el Océano Atlántico. (NOAA vía AP)
SAN JUAN . — El huracán Lee avanzaba la noche del domingo por aguas abiertas al noreste del Caribe, desatando un intenso oleaje en varias islas a medida que recuperaba fuerza y aumentaba de tamaño.
No se pronostica que la tormenta de categoría 3 toque tierra, y se tiene previsto que permanezca sobre aguas abiertas hasta el viernes. El domingo por la noche, su vórtice estaba a unos 500 kilómetros (310 millas) al norte de las Islas de Barlovento norteñas. Tenía vientos máximos sostenidos de 195 km/h (120 mph) y se movía hacia el noroeste a 13 km/h (8 mph).
La semana pasada, Lee se fortaleció de categoría 1 a 5 en un solo día.
“Tuvimos las condiciones perfectas para un huracán: aguas cálidas y casi nada de cizalladura del viento”, dijo Lee Ingles, del Servicio Meteorológico Nacional en San Juan, Puerto Rico.
La noche del sábado se había debilitado hasta convertirse en huracán de categoría 2, pero comenzó a recuperar fuerza el domingo. Se prevé que Lee siga fortaleciéndose en los próximos días y luego se debilite nuevamente, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus iniciales en inglés).
El vórtice de Lee también aumentaba de tamaño y los vientos con fuerza de huracán se extendían a unos 120 kilómetros (75 millas) del ojo, mientras que los vientos con fuerza de tormenta tropical se sentían a 280 kilómetros (175 millas).
Se pronosticaban olas de hasta 6 metros (20 pies) para Puerto Rico y las islas cercanas a partir de esta semana, y las autoridades advirtieron a la población que se mantenga fuera del agua. También se prevén inundaciones en zonas de la costa norte de Puerto Rico y la parte oriental de la isla de St. Croix en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, según el Servicio Meteorológico Nacional en San Juan.
El NHC destacó que se anticipa la llegada de oleaje y corrientes peligrosas para la mayor parte de la costa este de Estados Unidos a partir del domingo, pero de momento se desconoce algún impacto adicional relacionado con la tormenta.