La abstención en las elecciones municipales (55% según la JCE) preocupa a opositores con zurrapa para deslegitimar la paliza del PRM al ganar por mucho en la mayoría de los municipios.
Casi 45 % de los votantes registrados fueron a las urnas, un porcentaje mayor que el promedio de las últimas décadas en Estados Unidos y mucho más que en Suiza.
Es mentira que la abstención fuera de más del 70 %; eso lo dicen malos perdedores alegando representar a los abstencionistas.
Es usual que la participación electoral baje cuando hay gran estabilidad económica, en países donde menos gente depende del Gobierno para ganarse la vida.
Los votantes fluyen masivamente a las urnas más para castigar malos gobiernos que para premiar a los buenos.
Entre las muchas lecturas de la votación está que, si se repite este patrón en mayo, el PRM terminará con un control absoluto del Congreso.
Para tareas como emprender reformas eso podría ser bueno, siempre que instancias distintas a los partidos hagan el contrapeso necesario. Otra es que una vez termine su lloradera, los leonelistas deben sugerir a su caudillo un retiro digno en vez de pasar más vergüenza, y el PLD renovarse.