Lady Reyes, directora de Encuentros Interactivos.
Las últimas cifras de infectados por COVID-19 dejan como conclusión que ‘somos un pueblo que no ha aprendido la lección’.
Y es que una gran parte de la población actúa como Santo Tomás, “ver para creer”, ya que no son uno ni dos las personas que creen que esta enfermedad no existe o se sienten blindados y protegidos, como no les ha tocado su puerta o no conocen ningún infectado.
Y es que la ignorancia es caldo de cultivo de todo tipo de pensamientos ilógicos e incongruentes con la realidad que se vive en el mundo.
La verdad más verdadera es que muchos nos hemos cuidado, pero otro tanto ha hecho de oídos sordos… y no me refiero al que sale a buscar el pan de cada día porque vive del día a día, hablo de aquel que minimiza esta amenaza porque no la ha visto de cerca.
Me refiero también a los que están “cansados de estar en casa” como si se fueran a morir por no salir “a pasear o juntarse con los amigos”. Además, están en este grupo los que hacen fiestas, celebraciones y visitas grupales a ríos y playas -como lo muestran vídeos que circularon en el fin de semana.
Todos ellos son mentes ignorantes y superficiales que les cuesta entender que con sus acciones ponen en peligro a la mayoría.
Nos hemos pasado tres meses en casa, con una economía detenida y un futuro incierto, y no se ha aprendido nada. Unos preocupados por la política, otros por la comida, algunos por los “chelitos” que se han dejado de ganar, mientras que unos pocos han hecho su “agosto” con la especulación de precios.
Si antes el supermercado era la casa del terror, creo que ahora es el “señor castillo feudal”, ni hablar de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (Edes) que siguen multiplicando la tarifa, y el Estado no dice nada.
El 2020 es un año diferente que no podemos devolver. Y como llegó sin las teclas “rewind” y “pause”, nos toca hacer lo posible para estar a salvo y mantener protegidos a los que amamos. Con esa sola acción ayudamos a no colapsar el sistema de salud y se podrán salvar vidas. No seamos “necios” y aprendamos de esta situación.
