La Semana Santa nos recuerda el misterio de la muerte y resurrección del Hijo de Dios: el Cristo de ayer y de hoy, que muestra al ser humano, que pese a sus miserias, puede elegir el camino de amor y la misericordia.
En su crucifixión encontramos lecciones que Jesús nos invita a aprender:
El riesgo de la manipulación: Los seres humanos somos manipulables y podemos convertirnos en manipuladores. Ese es el aprendizajedel Domingo de Ramos. El pueblo que aclamaba a Jesús fue el mismo que gritó:“crucifícalo”, incitado por líderes molestos por su popularidad.
Comprender la soledad de la desgracia: Jesús experimentó la soledad que sufre todo el que cae en desgracia. Pese a que pasó su vida haciendo el bien, curando enfermos, resucitando muertos y dando de comer a multitudes, Cristo fue negado y olvidadopor sus amigos y seguidores.
No hacer leña del árbol caído: En su camino al Calvario y en la misma cruz, Jesús fue burlado, humillado y maltratado.
Hechos relevantes de la Pasión de Cristo como la esponja empapada en vinagre y frases como “a ver si viene Elías y te salva”, reflejan la tentación humana de alegrarse del mal ajeno y convertirse en verdugo del que sufre.
La envidia que mata: El evangelista Marcos dice que a Jesús lo mataron por envidia. Jesús era el líder de multitudes que arrastraba con su ejemplo y avergonzaba con su vida y mensaje a los fariseos hipócritas que lo odiaban porque El representaba la verdad para el pueblo humilde.
La envidia siempre ha matado. Es un sentimiento tan dañino que cercena el alma del que lapractica, perolo peor es que puede matar el cuerpo, la honra ola moral del que la sufre.
La esperanza de la redención: Al igual que Jesús, el ser humano puede trascender la desgracia, la crueldad, la envidia y la maldad. Siempre hay esperanza de resurgir como el ave fénix, de redimirnos, de resucitar de la muerte a la vida, de salir de la oscuridad hacia la luz y de vencer la guerra con la paz.