Decir que Félix Bautista no tiene cuentas ni activos en Estados Unidos, que las visas suyas y su familia fueron canceladas anteriormente y que según una funcionaria haitiana de tercera allá no hay acusación formal en su contra, son argucias para tapar el sol con un meñique flaco.
Un dinosaurio del comité central del PLD gozaba contando en el Mesón de Bari quién era el chofer de un camioncito a quien compraba arena para una construcción que hizo en Manoguayabo a mediados de los años 90.
Ahora el secretario de organización del PLD aparentemente carece de explicaciones verosímiles para justificar una fortuna enorme que el Departamento del Tesoro gringo dice es fruto de terribles corrupciones.
Aunque se burle del “congelamiento”, este implica que ningún banco ni empresa estadounidense puede hacer negocios con Bautista, sus empresas ni familiares nombrados.
Tan drástica medida no se toma a la ligera ni motivada localmente. Como un Midas escatológico, Félix embarra a su líder Leonel Fernández cuando de boca lo exculpa. Hay lealtades muy funestas. ¡Zafa!