Una de las recomendaciones más socorridas en medio de esta pandemia del Codvid – 19 es de lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón. Pero resulta ser que según ha revelado la más reciente encuesta EnHogar efectuada por la Oficina Nacional de Estadísticas, casi el 38% de los hogares dominicanos carece de un lavamanos.
¡Algo verdaderamente increíble en pleno 2020, en un país que lleva pregonando a boca llena un crecimiento económico en la última década entre el 5 y 7% anua!
Esto nos lleva nueva vez al cuestionamiento de qué es lo verdaderamente importante: el crecimiento de nuestro Producto Interno Bruto (PIB) o como el desarrollo económico mejora la vida de nuestros conciudadanos.
Viendo los resultados de la encuesta EnHogar o de la Encuesta Nacional de Gastos e Ingresos de los Hogares (ENGIH) que realizó recientemente el Banco Central, no queda dudas de que el país sufre de una aguda inequidad que será necesario enfrentar cuanto antes.
En estos momentos de colapso económico debido a la propagación global de esta enfermedad por coronavirus, sin dudas la prioridad económica nacional tiene que ser los recursos necesarios para combatir este mal.
A seguidas, más que mantener el desarrollo económico, es indispensable aportar soluciones para que la población tenga los medios mínimos necesarios para que pueda sobrepasar este tiempo de parálisis e inactividad.
Pero si Dios quiere y se continúan tomando las medidas sanitarias necesarias, albergamos la fe de que esta crisis se habrá de superar. Y ese será el momento mas adecuado para replantearnos las verdaderas prioridades nacionales.
Y con ello no nos referimos a estrategias de desarrollo, leyes o decretos, sino al conjunto de acciones a emprender para que la verdadera meta nacional sea elevar la calidad de vida de todos los dominicanos, sin dádivas ni subsidios, sino con salud, educación y prosperidad individual y colectiva. ¡Una calidad de vida donde nadie jamás tenga que preguntarse adonde me lavaré las manos!