Santo Domingo.- A su paso por el territorio dominicano, la tormenta Laura que se encuentra a unos 155 kilómetros de la isla (al noroeste de Puerto Príncipe) ha dejado a tres personas muertas, 210 viviendas afectadas, al menos dos destruidas, 1,050 personas evacuadas, 14 ciudades incomunicadas y unas 129 personas albergadas, así como algunas carreteras dañadas, que aún no son reportadas.
De acuerdo con el informe preliminar, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), informó que a pesar del distanciamiento de la tormenta se registra un amplio campo nuboso y los efectos de las lluvias se sentirán durante el día de hoy
El director del COE, general Juan Manuel Méndez, tras recibir el informe del ingeniero Enmanuel Álvarez de la Oficina Nacional de Meteorología, adelantó que mantienen Alerta Roja unas 20 provincias, entre estas La Altagracia, Samaná, San Pedro de Macorís, Hato Mayor, El Seibo, San José de Ocoa, provincia Santo Domingo, Azua y Perdernales.
En rojo también están Puerto Plata, Montecristi, Espaillat, María Trinidad Sánchez, el Distrito Nacional, San Cristóbal, La Romana, Monte Plata, Peravia y Sánchez Ramírez.
En Alerta Amarilla figuran Monseñor Noel, La Vega, Hermanas Mirabal, Santiago Rodríguez, Dajabón Valverde, Duarte, Santiago, San Juan, Bahoruco, Independencia y Elías Pina.
Tras externar la eficiente labor que desarrollan entidades de socorro, Méndez expresó la preocupación del presidente Luis Abinader Corona por la situación, quien instruyó ir en auxiliar inmediato a las poblaciones afectadas con alimentos y protección.
“Pedimos a la población no descuidarse, porque las inundaciones van a continuar en gran parte del territorio nacional, permanecer en lugares seguros”, exhortó Juan Manuel Méndez.
El director del COE, también puso a disposición su contacto telefónico para que cualquier persona que se encuentre en peligro y requiera auxilio se comunique a través de los teléfonos (809) 472-0909, el 911 y el (809) 773- 44 47si requieren de rescate.
El COE mantiene las prohibiciones en relación al uso de las playas y los deportes acuáticos en todas las costas del país; actividades recreativas en montañas y el uso de balnearios en ríos, pozas, canales y arroyos. Además de que las frágiles, pequeñas y medianas embarcaciones, permanezcan en puerto.
