El presidente del BID habló de las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania, especialmente de la alteración en la cadena de suministro globales.
Washington.-La amenaza inflacionaria, la incertidumbre continuada por la pandemia y el impacto global de la invasión rusa de Ucrania podrían llevar a la economía latinoamericana y caribeña a un crecimiento menor del 3 % este año, advirtió este lunes el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Ante este panorama complejo, el presidente de la institución, Mauricio Claver-Carone, aseguró que Latinoamérica y el Caribe debe dar un paso al frente para amortiguar el impacto de la guerra de Ucrania en los mercados de materias primas globales.
“El mundo ve nuevas conexiones para la región en el comercio internacional más allá de China, creo que este hemisferio puede tener un rol clave en la compensación de los servicios básicos para el mundo”, subrayó.
Claver-Carone pronunció estas palabras en el discurso inaugural de la asamblea anual del BID, que se celebra de nuevo de manera virtual debido a la pandemia de la covid-19.
En su alocución, el presidente del BID habló de las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania, especialmente de la alteración en la cadena de suministro globales.
“La amenaza de una inflación elevada, las cuestiones sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas, los problemas estructurales persistentes y la incertidumbre sobre el futuro de la pandemia, así como los temblores en los mercados globales, podrían resultar en unas previsiones de crecimiento menor al 3 % para la región”, advirtió Claver-Carone, el primer estadounidense en dirigir el BID en sus más de seis décadas de historia.
En 2021, la región registró un crecimiento económico por encima del 7 %.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia amenaza con “agravar seriamente la inseguridad alimentaria” en todo el mundo, debido al papel de ambos países como gigantes exportadores de cereal y fertilizantes, encareciendo los productos, según la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Esta situación puede ser una oportunidad para grandes exportadores latinoamericanos, como Argentina y Brasil.
RÉCORD DE PRÉSTAMOS DEL BID EN 2021
Claver-Carone destacó, por otro lado, el respaldo ofrecido por la institución para asistir financieramente a la región, una de las más golpeadas del mundo por la pandemia.
En 2021, el organismo con sede en Washington registró un récord de casi 23.400 millones de dólares en préstamos, de ellos más de 3.000 a través de su brazo para el sector privado, BID Invest, lo que muestra su potencial.
Los desafíos inmediatos son acelerar la recuperación después de la pandemia, fortalecer las cadenas de valor, impulsar la digitalización y reforzar la protección frente al cambio climático.
También intervino en el arranque del evento el ministro de Hacienda de Colombia, José Manuel Restrepo, quien cedió la presidencia de la Asamblea de Gobernadores a su homólogo de Jamaica, Nigel Clarke.
“La pandemia ha dejado cicatrices en la región, en las economías y los indicadores sociales. Hemos visto un gran aumento de los niveles de pobreza, una situación de salud pública que recién comienza a estabilizarse; estamos en incertidumbre por la geopolítica actual, nuevos asuntos vigentes”, reconoció Restrepo.
A juicio del ministro colombiano, la crisis ha demostrado que el BID es un “activo fundamental” para la región, ya que “es una herramienta sin par para desplegar esfuerzos coordinados con los que enfrentar las necesidades y reforzar la resistencia” de las economías latinoamericanas.
La asamblea anual reúne a la mayoría de los ministros de Economía y presidentes de los bancos centrales de Latinoamérica y el Caribe; y está centrada en una mayor integración regional y en potenciar un crecimiento sostenible tras la pandemia.
El BID, fundado en 1959, es una de las principales fuentes de financiación a largo plazo para el desarrollo económico, social e institucional de América Latina y el Caribe.