Quito.- Catorce países latinoamericanos y del Caribe acordaron este lunes en Quito cerrar filas y emprender acciones para evitar la entrada del “fusarium Foc R4T”, una enfermedad producida por un hongo patógeno, muy agresiva con los cultivos de banano.
Autoridades de Agricultura de Bolivia, Belice, Brasil, Costa Rica, Cuba, Colombia, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana acudieron este lunes a la convocatoria del Gobierno de Ecuador para analizar acciones contra ese mal.
También delegados de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), de la Comunidad Andina (CAN), del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), del Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (Oirsa) y de la Cooperación Alemana GIZ.
La llamada Declaración Regional de Autoridades Agropecuarias, suscrita al finalizar el encuentro, definió varias acciones con las cuales se quiere evitar la entrada del hongo a los cultivos americanos.
Entre las resoluciones figura una regulación para que la importación de musáceas (plantas de bananas), de fuera de los países latinoamericanos y caribeños, se efectúe sólo en casos “extremadamente necesarios”, en dispositivos de vidrio y que tengan la garantía de estar libres del hongo “Foc R4T».
Esa garantía, además, deberá provenir de laboratorios acreditados por las organizaciones de protección fitosanitaria de cada país, señala la Declaración.
Además, aconseja reforzar los estudios y diagnósticos de posibles casos de fusarium en variedades americanas, con el objetivo de no crear “falsas alarmas” sobre la presencia del hongo, que podría causar dificultades en la industria.
También señala que es imperativo reexaminar y fortalecer las medidas de vigilancia fitosanitaria y de cuarentena vigentes en puertos, aeropuertos y pasos fronterizos del los países, para minimizar el riesgo de contagio.
Y es que la “amenaza potencial” de la eventual entrada en América y el Caribe del “fusarium oxysporum f.sp. cubense Raza 4 Tropical”, un hongo que marchita a las musáceas y afecta a suelos y cultivos, es un tema de “alta prioridad”, debido a la importancia de la actividad bananera en la región, remarca la Declaración de Quito.
El ministro de Agricultura de Ecuador, Xavier Lazo, destacó la importancia de la cita porque permitió discutir una estrategia para contener este tipo de plaga, que puede afectar a un rubro importante de la economía regional.
De su lado, el secretario general de la Comunidad Andina, Jorge Hernando Pedraza, quien participó en la cita, expresó la disposición del organismo para coordinar acciones de prevención contra el fusarium “R4T».
“La CAN está en primera línea y lista para trabajar conjuntamente con todos los países y organismos de la región en esta tarea común de prevención, que nos permita dar tranquilidad a la economía, a la sociedad y al sistema de salud de nuestra región”, afirmó.
El secretario de la CAN recordó que el organismo aprobó una decisión por la que los laboratorios fitosanitarios de los cuatro países andinos “lleguen al mismo nivel de capacidad en cuanto al diagnóstico de esta enfermedad y faciliten actividades relacionadas con la prevención de entrada del Foc R4T».
Recordó que las exportaciones de banano de los países de la Comunidad Andina al mundo para el año 2018 alcanzaron los 4.284 millones de dólares.
“Sólo Ecuador exportó 3.218 millones de dólares, Colombia 866.179 dólares, Perú tiene una importante actividad exportadora de banano orgánico y Bolivia provee de bananos a países del sur, principalmente a Argentina”, indicó Pedraza.
De su lado, el vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner, quien presidió la mesa de trabajo, manifestó que la “bioseguridad» es tarea de todos los ciudadanos, del país y de la región.
“Debemos tener claro que para vender el producto somos competidores, pero para combatir las enfermedades somos aliados estratégicos”, agregó Sonnenholzner.
El viceministro ecuatoriano de Desarrollo Productivo Agropecuario, Byron Flores, aseguró que en su país no se ha registrado la presencia de esta plaga en los cultivos.
Sin embargo, indicó que “en Ecuador se está actuando como si la plaga ya existiese” y confirmó que se ha desarrollado una fase de “exclusión”, que consiste en tomar medidas en fronteras, aeropuertos y puertos para evitar que la enfermedad ingrese en el país.