Una de las acepciones de la palabra “sanción” establece que “es el castigo que se da al que no cumple una norma establecida o tiene un comportamiento incorrecto”.
También la “sanción” se constituye en un muro de contención que trata de evitar nuevas violaciones -asociadas o individuales- en interés del buen funcionamiento de un sector determinado.
La sociedad dominicana -incluye el deporte- está repleta de actos visiblemente violatorios que quedan impunes y por ello el desorden es mayúsculo.
También la sociedad, en su conjunto, se regocija cuando uno de sus miembros cumple una sanción y a la vez se regenera, y por ello Álex Rodríguez ahora goza de aceptación y simpatía casi unánimes, que no se debe confundir con el revuelo que genera su carisma como pelotero con su sola presencia. ¿Llegará limpio a Cooperstown?
Lamentables sucesos, algunos inexplicables, representan los casos de José Reyes, violencia doméstica con heridas; Jenrry Mejía, primer suspendido indefinidamente por triple positivo; Zoilo Almonte, 80 juegos como primerizo, y Yamaico Navarro, ¿una bala?, entre otros.
Ah, del patio, ya llegó al Licey la sanción de Lino Rivera de 10 juegos y multa de 50 mil pesos. ¿Sólo son aplicables si regresa con el mismo equipo o prescribe? Ese es otro tema.