El ministro de relaciones exterior de Francia, Jean-Yves Le Drian, habla con la ministra de Defensa de Alemania, Ursula von der Leyen, durante una reunión de ministro de Exteriores y de Defensa de la Unión Europa, donde debatieron el tema de las nuevas sanciones a Venezuela.
BRUSELAS, Bélgica.- Tras los pasos de Estados Unidos y Canadá, la Unión Europea aprobó este lunes sus propias sanciones contra Venezuela para «favorecer» el diálogo entre gobierno y oposición, entre ellas un embargo de armas y futuras medidas contra responsables de este país.
Desde el inicio en abril de las protestas opositoras que dejaron unos 125 muertos en cuatro meses, varios dirigentes europeos, entre ellos el presidente de la Eurocámara Antonio Tajani, urgieron a la UE a adoptar sanciones contra el gobierno de Nicolás Maduro. Pero la instalación de la oficialista Asamblea Constituyente, que rige el país con poderes absolutos desde agosto y que tanto la oposición como países de América y Europa desconocen, supuso la gota que colmó el vaso de una UE que abrió la vía a las sanciones adoptadas.
Embargo de armas
Tras expresar su preocupación por las informaciones sobre «violaciones de derechos humanos y uso excesivo de la fuerza» en Venezuela, los países europeos deciden prohibir la venta y el abastecimiento de armas, municiones, vehículos y equipos tanto militares como paramilitares.
Los ciudadanos y empresas europeas tienen además prohibido aportar asistencia técnica o servicios de corretaje, así como financiación o ayuda financiera, para actividades militares de este país sumido en una crisis política y al borde del default.
Este embargo se extiende también a «los equipos susceptibles de ser utilizados para fines de represión interna», así como a la tecnología que pueda usarse «para la vigilancia o la interceptación de internet y de las comunicaciones telefónicas», según la decisión adoptada.
Fuera de la prohibición quedaría el material militar no letal destinado «a fines humanitarios», el material de desminado y los equipos no letales destinados «únicamente a la protección de las fronteras, a la estabilidad regional y la interceptación de narcóticos».
Lista negra
Los responsables de las «graves violaciones de los derechos humanos» o de «actos de represión contra la sociedad civil y la oposición democrática en Venezuela», así como aquellos que atenten contra «la democracia o el Estado de Derecho», estarán también sometidos a sanciones.
Las personas o entidades señaladas en esta lista negra, que por el momento se encuentra vacía, no podrán viajar a territorio europeo y tendrán sus activos congelados en el bloque. Los países deben aprobar por unanimidad las inclusiones en esa lista.
A diferencia de la UE, Estados Unidos y Canadá han adoptado medidas financieras contra Maduro y varios de sus funcionarios, pero Washington ha ido más allá, al prohibir a sus ciudadanos y empresas negociar deuda emitida por el gobierno venezolano y su estatal petrolera PDVSA.
El gobierno venezolano cuestionó la eficacia de las sanciones europeas, una «estupidez» en palabras de Maduro, ya que, según su embajadora ante la UE, Claudia Salerno, Venezuela «no tiene dependencia» de las armas o el material al que los 28 impusieron un embargo.