No hay dudas de que las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), en las cuales también incluyo las micro, constituyen el mayor componente de actividad comercial y productiva de nuestra nación.
Según estimaciones recientes de muy alta confiabilidad, las mismas constituyen hasta el 80 % de los negocios del país, el 55 % de los empleos y más del 25 % del Producto Interno Bruto.
Sin embargo, gran parte de esas empresas o personas llevan a cabo sus labores en la informalidad, esto es, sin registros públicos como el impuesto sobre la renta o la tesorería de la seguridad social, eximiéndoles del cumplimiento de las leyes y de los beneficios derivados de las mismas.
Por ello el sector gubernamental despliega buenas intenciones de impulso y apoyo, evidenciado por la continua presencia de diferentes programas en su favor. Tal es el caso del programa del encadenamiento productivo digital, programas de apoyo desde el Ministerio de Industria y Comercio, la Superintendencia de Bancos y muchas otras entidades públicas. A estas, en muchos casos, se han unido esfuerzos e iniciativas desde el sector privado.
Pero resulta que la mayoría de estos programas obvian el mayor de los obstáculos para que este gran sector se pueda formalizar y aportar los empleos de calidad que tanto necesita el país. Nos referimos a los muy altos costos y la burocracia requerida para la formalización.
Si una persona se quiere organizar como empresa, deberá enfrentar una serie de pasos continuos de registros, como nombre comercial, registro mercantil, contabilidad organizada, y la vinculación permanente de sí y de sus empleados con las entidades impositivas.
Ello va desde el impuesto ITEBIS, propiedad inmobiliaria, renovación anual de registros, hasta la contribución por rentas, incluyendo la de sus empleados, amen de la seguridad social.
En adición, la actualización anual de documentos, incluyendo los requerimientos bancarios. Todo ello logra constituir un enorme obstáculo, el cual hasta que se enfrente y se procuren soluciones más simplificadas y económicas, continuarán incentivando que gran parte de nuestra economía se mantenga en la informalidad y carente de los beneficios establecidos para los formalizados.