Las pequeñas empresas no planifican; el riesgo de la intuición
SANTO DOMINGO. – Una reciente revisión a los patrones de liderazgo y planeación en pequeñas y medianas empresas (PYMEs) de República Dominicana, basada en un estudio de la Escuela de Negocios Barna Management School, vuelve a poner en el tapete una de las grandes contradicciones del tejido empresarial nacional: mientras los líderes de estas empresas muestran actitudes admirables, sus decisiones estratégicas descansan, en buena medida, sobre la intuición más que en datos, planes o procesos definidos.
El informe, que evaluó a 267 empresarios dominicanos, perfila un liderazgo con rasgos mixtos: transaccionales, transformacionales y trascendentales.
Le Puede Interesar: Junta Monetaria libera fondos para MIPYMES
Es esta última categoría la que predomina, sugiriendo que muchos dueños de negocios actúan movidos por valores personales y un sincero interés en el bienestar de sus colaboradores.
Sin embargo, esta nobleza emocional contrasta con un preocupante desinterés por la planificación estructurada.
Según los hallazgos, apenas un 29% de las empresas cuenta con planeación de flujo de efectivo y financiera formal.
El panorama empeora cuando se observa que solo un 18% tiene estrategias claras para desarrollar nuevos productos o procesos; un magro 8% posee un plan de mercadeo anual escrito, y apenas un 9% realiza un análisis de mercado anual.
Esto coloca a muchas PYMEs en una suerte de piloto automático, donde la visión del dueño se convierte en brújula exclusiva del negocio, sin mapa, sin GPS y sin control de ruta.
El dilema de la intuición en PYMEs
En este escenario, la intuición aparece como un comodín poderoso, pero también riesgoso.
El análisis indica que en un entorno tan cambiante como el que impone la Cuarta Revolución Industrial (CRI), las decisiones no pueden seguir basándose en corazonadas, por muy aguda que sea la experiencia del líder.
El estudio señala que, mientras los líderes de grandes empresas se enfocan en la construcción de marca y adoptan estructuras más formales de liderazgo, los de las PYMEs dominicanas continúan gestionando con base en la experiencia, el instinto y los valores personales.
No se trata de restarle valor a esta forma de liderar, sino de entender sus límites. La falta de planificación no solo pone en riesgo la competitividad y eficiencia de estas empresas, sino también su supervivencia.
«Cuando un empresario dirige desde el corazón pero olvida el Excel, compromete la sostenibilidad de lo que está construyendo».
Transformación digital: entusiasmo sin formación
Paradójicamente, los empresarios de PYMEs dominicanas muestran una notable apertura hacia la tecnología.
El 91% de ellos expresa entusiasmo por las innovaciones de la Industria 4.0 y la idea de adaptarse a un entorno dominado por la automatización, los sistemas inteligentes y la interconectividad. El problema no es el interés, sino la preparación.
El documento enfatiza que, para abrazar plenamente la Industria 5.0 —la cual combina eficiencia tecnológica con sentido humano—, los líderes deben desarrollar nuevas habilidades: pensamiento estratégico, competencias digitales y capacidades de adaptación.
Aunque los empresarios dominicanos destacan por su disposición emocional y actitud positiva ante el cambio, aún falta traducir ese entusiasmo en acción formativa y estructural.
¿Qué pueden hacer las PYMEs?
Las recomendaciones del documento incluyen prácticas de buen gobierno corporativo, desarrollo de climas laborales saludables, respeto a la legalidad, promoción de la integridad y diseño de planes de sucesión.
Además, urge que las PYMEs inviertan en formación en competencias digitales, no solo en el uso de tecnología, sino en la comprensión estratégica de cómo esta puede integrarse en sus modelos de negocio.
La planificación financiera, el análisis del entorno, la exploración de nuevos productos y la medición de resultados no deben ser lujos corporativos, sino herramientas indispensables también en el comercio de barrio, en la industria mediana y en los servicios.
Etiquetas
