Con el coro infernal de la ultraderecha continental y europea, el gobierno de Estados Unidos prepara el escenario para repetir en la República Bolivariana de Venezuela el guion empleado en Irak, Libia, Afganistán y Siria, es decir la destrucción de este país hermano.
Desde la llegada del presidente Hugo Chávez al Poder, el gobierno de Estados Unidos, sin importar que haya estado encabezado por republicanos o demócratas, no ha dejado pasar un solo día en sus afanes de desestabilizar y derrotar a la revolución bolivariana. Para tales propósitos han contado con el apoyo de una oposición política servil a sus intereses hegemónicos, cuyo objetivo ulterior es brindar en bandejas de plata los recursos naturales venezolanos, muy especialmente, su industria petrolera, las minas de oro, Coltán, diamantes, y sus grandes reservas acuíferas.
Han jugado todas las cartas de la violencia interna, las llamadas guarimbas, quema de personas, atentados contra funcionarios del gobierno venezolano; una guerra económica que no ha dado respiro al gobierno bolivariano, caracterizada por un desabastecimiento inducido de alimentos, medicinas, y todo tipo de artículos de primera necesidad; todo esto con el marcado propósito de desestabilizar y derrocar al gobierno legalmente constituido.
Con la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, al gobierno estadounidense, encarnado en la oposición venezolana, se le ha puesto un pare en la promoción de la violencia a lo interno del país.
La oposición se ha desgastado a un grado tal, que sus reclamos de adelantar las elecciones presidenciales la han tirado por las bordas, a sabiendas de que no tienen ninguna posibilidad de ganar unas elecciones; y en tal sentido, lo han apostado todo a la intervención extranjera, sin tomar en consideración que las bombas lanzadas desde los aviones no discriminan entre opositores y chavistas.
Con su peón desacreditado, los Estados Unidos ha optado por enviar su Secretario de Estado a realizar un recorrido por América del Sur, y ha visitado gobiernos que les son incondicionales a sus intereses, con el aparente propósito de preparar el escenario para intervenir militarmente en Venezuela, utilizando para tales fines el territorio colombiano, donde poseen siete bases militares. Asimismo, pretenden utilizar el territorio brasileño para completar un cerco estratégico, acompañado de los genocidas bombardeos aéreos a las grandes ciudades, particularmente Caracas.
El venezolano es un bravo pueblo, con estirpe de libertadores, que sabrá, como siempre lo ha hecho, dar ejemplos de dignidad y valentía para defender su independencia y soberanía, conquistadas al fragor de heroicas batallas históricas.
Por su parte, el gobierno venezolano, ante las pretensiones injerencistas, continúa sus preparativos de las elecciones para el mes de abril, y desarrolla diligencias por la paz, y a tales fines, el presidente Maduro ha ordenado a su ministro de defensa Vladimir Padrino López a coordinar una reunión con el gobierno colombiano.