SANTO DOMINGO.-Con la nueva “Covidianidad”, la mascarilla se convierte en un insumo de primera necesidad que deberá ser incluido en la canasta básica de las familias.
Esto debido a que el COVID-19 se proyecta que perdurará por tiempo indefinido en el país y el mundo. Además, su uso es obligatorio por disposición de Salud Pública.
Sin embargo, mantenerla puesta por tiempo prolongado resulta ser un problema para ciertos colectivos, ya que puede acarrear agravamiento de alteraciones preexistentes, mareos, debilitamiento físico, sensación de ahogo y hasta la muerte.
Vulnerabilidad
En el caso de los niños, el neumólogo pediatra José Anderson advierte que los menores de cinco años de edad no deben usar mascarillas, en razón de que se incrementa el riesgo de muerte por asfixia.
El experto explica que estos niños al no estar adaptados a su uso no saben cómo respirar con ellas, lo cual puede derivar en complicaciones respiratorias y a este desenlace fatal.
Por ello advierte que los padres deben estar constantemente vigilantes con los niños que las usan, pues si a los mismos adultos les genera sensación de ahogo, en ellos es mucho mayor. “En niños, el uso de la mascarilla debe bajo supervisión, porque ellos no pueden identificar cuando están en riesgo de asfixia y por ende no saben cómo manejar la situación”, dijo el especialista.
Por otro lado, están los adultos mayores y personas con alteraciones mentales, como el alzheimer, que a juicio del neumólogo Alfredo Matos también son vulnerables a morir por asfixia, por la misma situación de que por su condición, no sabe cómo manipular correctamente el insumo.
En cuanto a las demás personas, Matos indicó que al reutilizar las mascarillas por largo tiempo, la persona se contaminan de otros gérmenes en el material.
Otra complicación
— Respiración
Otro problema que deriva del uso de la prenda por tiempo prolongado es que se respira mucho monóxido de carbono y como consecuencia la persona puede experimentar, mareos, debilitamiento físico, entre otros.
Mal uso de mascarilla convertido en hábito
Comodidad. Los neumólogos advirtieron que el uso correcto del tapabocas, es tapar la nariz y la boca, contrario a muchas personas que se aprecian solo con la boca tapada.
Otro mal hábito que visualizan en la gente es que muchos se la quitan para hablar, lo cual está contraindicado. “Si usted va hablar debe hacerlo con la mascarilla puesta y haciendo pausas, respirando lentamente porque puede ahogarse”, dijo.
Matos refirió que muchas personas no saben cómo esterilizar las mascarillas, por lo que recomendó que sean desechadas en su primer uso. Ejemplificó que las quirúrgicas no pueden reutilizarse.
El neumólogo indicó que el virus del COVID-19 no penetra por la piel.