El senador independiente por el Estado de Vermont y excandidato a la presidencia de los Estados Unidos en dos ocasiones (2016, 2020), Bernie Sanders, ha manifestado públicamente su “apoyo”, pero condicionado, al actual presidente y candidato Joe Biden.
Sanders ha expresado que Biden podría ganar las elecciones, si cambia su discurso y ofertas de campaña, para atraer a un disgustado votante que le había dado su apoyo, pero que se le ha desmontado después del debate con Donald Trump, cuyo desempeño lo dejó mal parado, por su aparente deterioro físico y mental.
A esto se le suma el descontento que ha generado su apoyo al genocidio de Israel contra el pueblo palestino.
Mientras tanto, las encuestas sobre las preferencias del electorado, siguen reportando a Trump por encima de Biden.
Bernie Sanders es conocido como político de izquierda o socialista desde los años 60, activista por los derechos civiles, contra la discriminación y el racismo. Su carrera política independiente lo ha llevado a la posición de Alcalde (1980-1988), Congresista (1991-2007) y Senador (2007-2024) por el Estado de Vermont. Es el segundo senador de izquierda e independiente en la historia política de los Estados Unidos.
Desde Brooklyn, Nueva York, donde nació (1941), pasando por Chicago en sus estudios universitarios (1964), hasta radicarse en Vermont (1986-2024), ha cargado siempre sus maletas llenas de principios ideológicos, a los que él define socialistas.
Sus agendas de campaña han sido esas maletas, en las dos ocasiones en las que ha participado hacia la carrera presidencial en la boleta del Partido Demócrata, en 2016 y 2020, quedando en segundo lugar entre los más votados. Ha sido el creador del Caucus Progresista del Senado, con una nómina actual de cinco miembros del Congreso y 55 otros electos a nivel nacional, un número histórico contra la política ultraconservadora de los Estados Unidos.
¿Qué tiene Sanders en sus maletas que pide a Biden asumir para poder ganarle las elecciones a Donald Trump? Está claro que resulta imposible que Sanders pueda pasarle literalmente los principios ideológicos a Biden, pero sí las propuestas que se podrían impulsar para mejorar y cautivar a la clase trabajadora desesperada y los jóvenes de la generación Z (millennial), ya que ambas transitan por una crisis por la falta de servicios y beneficios, deudas de costos universitarios, falta de empleos y a la vez son castigados por la acumulación desmedida de la oligarquía y la política neoliberal.
Sanders entiende que para evitar un posible triunfo de Trump, quien pone en peligro los avances democráticos alcanzados en los últimos años, es necesario llegar al pueblo con propuestas viables, por las que él ha luchado en sus años como senador.
Parte de su equipaje es: “En política interna, apoyar los derechos laborales, la atención médica individual y universal, la licencia remunerada a los padres con niños recién nacidos, educación universitaria gratuita, aumento del seguro social que corresponda al costo de la vida actual, un ambicioso Nuevo Acuerdo Verde para crear empleos que aborden el cambio climático, y el control de la producción por parte de los trabajadores a través de cooperativas, promover sindicatos y organizaciones democráticas en las empresas públicas.
En política exterior, reducción del gasto militar, más uso de la diplomacia y cooperación internacional; poner mayor énfasis en los derechos laborales y las preocupaciones ambientales al negociar acuerdos comerciales internacionales”. Pienso que esas maletas son demasiado pesadas para un candidato como Joe Biden.
Analizando bien estas propuestas del senador Sanders, no creo que después de tres años y medio, Joe Biden como presidente conservador, decida asumirlas y muchos menos ponerlas en práctica, si lograra reelegirse. La preocupación es que de no ser sustituido Biden, se corre el riesgo de tener a Trump de nuevo en la Casa Blanca, y algo más preocupante aún es que tampoco existen muchas opciones en el Partido Demócrata para sustituir a su candidato.
Las propuestas de Sanders, entiendo, caen en una estrategia de precampaña y promoción de su agenda progresista, en caso de que Biden no sea el candidato y él fuera el elegido a esa posición; si por el contrario, Biden asumiera el compromiso de cargar las maletas de Sanders y llegara a ganar las elecciones, se inauguraría un nuevo gobierno más populista con parte de una agenda progresista.
Sin embargo, no hay seguridad que la vicepresidenta se suscribe a este compromiso, entonces estaríamos en el mismo gobierno conservador, pues a Biden no le queda mucho tiempo activo en la decisiones políticas, para cumplir cuatro años más de gobierno, debido a sus condiciones de salud.
*El autor es profesor y trabajador comunitario en la Ciudad de Nueva York