Se cree que el primer indicio sobre la existencia de “la mafia” comenzó a implementarla el italiano Lucky Luciano, quien por muchos años, principalmente durante la posguerra, asumió un control casi absoluto del crimen organizado.
Sin embargo, como el correr del tiempo, esa práctica criminal se fue extendiendo a otros estadios. que organizaron parte de sus propios subalternos. en su mayoría procedentes de Sicilia.
Esa modalidad de crímenes y extorsión ha ido creciendo exponencialmente con los años, al punto de que en la actualidad, los mafiosos incursionan en todos los sectores, incluyendo el deporte, actividad que se presume debe estar exenta de triquiñuelas y estafas, entre muchos otros actividades ilícitas, pero que a los ojos de una gran mayoría pasan como legales.
El deporte se ha convertido desde hace tiempo en uno de los renglones donde los mafiosos tienen la oportunidad de lavar millones de dólares frutos de acciones ilegalidad.
A cada momento se producen denuncias, sometimientos y condenas a personeros que habitan en el área del movimiento olímpico o en ligas profesionales.
Las ventas de juegos a nivel de equipos o de manera individual, no sorprenden a nadie, por lo que muchos organismos, incluyendo al Comité Olímpico Internacional, las Grandes Ligas, la NBA, la FIFA, y muchos otros, están ojo avizor ante la expansión de esa malsana actividad.
Si eso viene pasando en los deportes, nadie debe sorprenderse de que que ocurre en la política en todos los países, en especial los subdesarrollado, donde se entra a la misma con el objetivo expreso de hacerse multimillonario a expensas de los recursos públicos. Una muestra de eso, la vivimos los dominicanos con tantos actos de corrupción que se ventilan en los tribunales.