Las graves decisiones del futuro

Las graves decisiones del futuro

Las graves decisiones del futuro

Roberto Marcallé Abreu

En reiteradas ocasiones he descrito el maravilloso e inolvidable ejercicio intelectual de uno de mis profesores de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

El profesor Gerardo Taveras, por más señas, nos sorprendió a sus estudiantes en la materia Macroeconomía 2 cuando nos manifestó que iba a dedicar la clase, y hablamos de una sesión de varias horas, a cuanto se denomina “una formación económica”. Sus palabras fueron admonitorias: “El tema se puede inscribir en esta materia. Pero, de hecho, debe ser válida para todas las circunstancias existenciales”.

Intrigados y expectantes le observamos dibujar un gran recuadro en la pizarra. De allí pasó a anotar una serie de equis dispersas. Luego de trazar numerosas rayas verticales y horizontales, nos miró fijamente y dijo: “Estos símbolos representan cada uno un significado en materia económica: producción, empleo, materia prima, legislación del país, salarios, clima económico, tecnología. El propósito es establecer las relaciones de dependencia que existen entre todas y cómo se afectan mutuamente”.

Añadió, a continuación: “Cuando este cuadro esté concluido, será un excelente documento de trabajo muy útil para comprender un sistema y cómo se interrelacionan los diversos elementos de una realidad que, por su diversidad y complejidad, no es fácil de comprender para propósitos prácticos. No es un ejercicio fácil, porque requiere de mucha información fidedigna y una mente clara y alerta para establecer las relaciones entre estas variables y sus repercusiones o consecuencias”.

El profesor Taveras concluyó, entonces, con estas palabras: “Ejercítense en esta tarea. Aplíquenla no solo cuando estén evaluando una situación económica sino en todas las circunstancias complejas de la existencia. Es un excelente método para visualizar con certeza la realidad”.

Debo adelantar que, en mi existencia, he seguido de manera bastante frecuente lo que podría catalogarse como un esquema de meditación y de trabajo. El tema a inscribir es la República Dominicana, su presente y su futuro, sus problemas y alternativas. Citemos como ejemplo fundamental las venideras elecciones. Una verdad aceptada por todos es que vivimos en circunstancias difíciles y complejas. Basta con escuchar las noticias de cada día, los graves problemas que plantea la convivencia, el debate político, la corrupción, la realidad de nuestras estructuras sociales, la violencia, el crimen, la delincuencia, costumbres buenas y malas que hemos adquirido con el devenir del tiempo, la política y los políticos, la deuda externa e interna, los grupos de poder, y el tema de mi tesis que titulé “Una vecindad peligrosa”.

En contados meses se celebrarán elecciones en República Dominicana. Será un evento excepcionalmente importante del que seguro va a depender nuestra estabilidad, así como nuestro presente y nuestro futuro y de evaluar y poner en práctica variables de mucha complejidad, así como de una situación que requerirá de cada uno de nosotros una reflexión, y un comportamiento definitivamente trascendente.
Por eso, cada dominicano está en el deber de hacer conciencia de lo que esta realidad significa. Desde el ajusticiamiento de Trujillo hasta la fecha, han transcurrido muchos años en los que hemos sido testigos y actores.

En este momento es preciso recordar aquella enseñanza del profesor Taveras y situar las variables conocidas y por conocer que inciden en nuestra realidad social, económica, política e histórica.
Como siempre repito, es de nosotros que depende. Cuanto ocurra, para bien o para mal, será de la absoluta responsabilidad de todos.



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