En los últimos cuatro años la industria de la tecnología financiera, o fintech, ha crecido vertiginosamente en nuestro país, tanto en cantidad de partícipes, como en su incidencia en la economía. Fintech es la combinación de las palabras finanzas y tecnología.
De acuerdo con la Asociación Dominicana de Empresas Fintech (Adofintech), las empresas que se dediquen a actividades relacionadas con servicios de tecnologías y sistemas informáticos en la prestación de servicios financieros, de seguros y otros relacionados, suman en dicho gremio más de sesenta entidades formales. Existen además otra cantidad aun informales, la mayoría en manos de emprendedores.
El ecosistema fintech dominicano ha cambiado y madurado, sobre todo después de la pandemia del covid, que, por sus propias circunstancias, volvió a importantizar el trabajo a distancia. Sobre todo, ha visto la incorporación de nuevas oportunidades para mejorar la calidad, cobertura y variedad de los servicios financieros.
Una de las consideraciones más importantes de este incipiente uso de la tecnología es que opere bajo principios de inclusión y estabilidad financiera, protegiendo en todo momento al consumidor y fomentado la competencia entre los diferentes servicios que se pueden ofrecer bajo dicha modalidad. Si bien es cierto que cada día se pueden ver nuevos partícipes, también es cierto que si no se ejercen ciertos controles, podría haber abusos de los usuarios por desinformación, manipulación u otros mecanismos de engaño.
Por suerte hasta la fecha, los partícipes en este nuevo mercado han incluido empresas de gran prestigio y trayectoria de complimiento de responsabilidad, que se preocupan de que el mercado se desarrolle de manera eficiente, transparente y armonioso. A estas tareas se suma la propia autoridad supervisora de las actividades bancarias, de modo que a la fecha no ha habido timos ni engaños reportados.
Las fintech están llamadas a jugar un papel aún más importante en el desarrollo económico de la nación, como seria la incorporación de una mayor cantidad de usuarios de servicios financieros, ofertar servicios cada vez más sofisticados, aportando informaciones pertinentes con mayor celeridad y continuar innovando el espectro de servicios. Cuidemos y auspiciemos el desarrollo de estas nuevas empresas para el bien de la economía del país.