Miami (EE.UU.),.- Un partido de Las Finales de la NBA en Miami es mucho más que un encuentro de baloncesto- es la oportunidad de lucirse y de ponerse guapo, de por supuesto reflejarlo en redes sociales y de tratar de cruzarte con alguno de los múltiples famosos que acudieron el miércoles al tercer partido en el Kaseya Center.
Pudiera parecer que el precio de las entradas sería un obstáculo para los aficionados de Miami, pero no fue así.
Lo más barato para ese encuentro suponía gastar 350 dólares por un asiento en la última fila del pabellón, donde prácticamente se pueden tocar con los dedos las camisetas retiradas de las leyendas del equipo.
El estadio se llenó y se tiñó de blanco, como mandan los cánones en Miami cuando se disputan los ‘playoffs’, y era difícil resistirse a una oportunidad así nueve años después de las últimas Finales en casa.
“Hemos hecho un esfuerzo enorme, sólo podemos pagar la entrada más barata, casi cuatrocientos dólares, pero vale la pena poder vivirlo desde la grada”, comentó a Efe Martin, residente en el sur de Florida. La otra perspectiva era la de los dueños del abono de temporada, que siempre tienen la oportunidad de vender sus tickets para este encuentro y sacarle beneficio.
La tentación, teniendo en cuenta los precios a los que estaban las entradas, era muy alta. “Finalmente decidimos venir nosotros. Si las hubiéramos puesto a la venta hubieran desaparecido en minutos y nos habríamos arrepentido. Durante los ‘playoffs’ las cedimos en el sexto juego ante Boston y nos terminamos arrepintiendo”, relató Andrés.
También hay aficionados para quienes los precios no suponen ningún problema ni tampoco la ciudad donde se juegue.
Jeannie reside en Dallas pero cada semana del año elige qué partido le apetece ver, reserva su vuelo y compra las entradas, generalmente en las primeras filas. Viaja con su hijo Ridge, de doce años, y en las Finales no iba a ser diferente.
“Estuvimos en Milwaukee y Phoenix en las Finales de 2021, en San Francisco y Boston el año pasado. Hace unos días en Denver y teníamos que estar en Miami”, afirmó. En este caso, además, las entradas se las han ahorrado. “Una de mis mejores amigas vive en Miami y tiene asientos cerca de la pista. No están esta semana en casa y nos las han dejado”, indicó.
MESSI YA ESTÁ ‘PRESENTE’ EN MIAMI
El destino quiso que el anuncio de la llegada de Leo Messi al Inter Miami coincidiera con la disputa del tercer partido de las Finales y, por complicado que parezca, ya se pudo ver aficionados con la camiseta rosa del club local, con el 10 a la espalda y el nombre de la estrella argentina.
El Kaseya Center también quiso homenajear a Messi y le dio la bienvenida en los videomarcadores en un parón del último cuarto. La grada le regaló una enorme ovación. Nick, aficionado de los Heat y también de Inter Miami, sonreía de una manera especial- “También tengo mis abonos del Inter Miami y se han revalorizado una barbaridad. Quiero ir a ver a jugar a Leo pero en los partidos a los que no pueda asistir pondré mi entrada a la venta y recuperaré de largo la inversión que hice con el pase anual”.
MIAMI GANA LA BATALLA DE FAMOSOS
Mientras en Denver apenas se pudo ver a alguna leyenda de los Broncos y al actor Ken Jeong, en Miami hubo un auténtico desfile de celebridades, la mayoría de ellas sentadas en primera fila. Del mundo de la música aparecieron una ya habitual como Shakira o los raperos J Cole o Future.
También se dejaron ver el actor Chris Tucker, el exboxeador Floyd Mayweather o la leyenda de la NBA ‘Magic’ Johnson Hubo mucha presencia futbolística, con Neymar destacado por su amistad con Jimmy Butler portando una chaqueta personalizada con el dorsal y el nombre de la estrella de los Heat. Junto a él se sentó el francés Paul Pogba y algo más atrás se pudo ver al entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti. Pero también fue una noche especial para los trabajadores de los Heat, muchos de los cuales no esperaban que su equipo pudiera llegar hasta Finales.
Luis es parte del equipo de seguridad del pabellón desde hace catorce años y presume con orgullo de palmarés- “Son mis quintas Finales de la NBA”.
“Con la temporada que han tenido, tan irregular, y con los equipos que se han tenido que cruzar, nadie podía pensarlo. Yo creía que a estar alturas estaríamos ya comenzando la temporada de los conciertos aquí en el pabellón”, confesó.