Muchas de las dunas de Baní han sido violentadas por desaprensivos, como esta de la imagen, que luce deforme debido a la sustracción de arena. ELIEsER TAPIA
BANÍ.-No hubo humaredas, camiones ni tractores, la presencia humana fue mínima y algunos de los lugareños sin esperar a que le preguntaran afirmaban ser plenamente conscientes de la importancia de preservar las áreas protegidas, pero las huellas de la depredación de las dunas, el parcelamiento y la quema de árboles endémicos con supuestos fines agrícolas eran notorios.
La alarma de la destrucción paulatina de la Reserva Científica Monumento Natural Félix Servio Docoudray (Dunas de Baní), la activó el obispo de la diócesis de Baní, monseñor Víctor Masalles, y ha sido secundado por la sociedad Ecológica de Baní y dirigentes comunitarios de la sección Las Calderas, el paraje Las Salinas y el distrito municipal Las Matanzas, comunidades entre las que se distribuye el área protegida.
“Están ocupando de manera inmisericorde las zonas del parque, supuestamente para asentamientos humanos y actividades de cultivo, a pesar de que es una tierra sin vocación agrícola y que no tiene agua para el reguío”, afirmó Leonel Peña, residente de Las Calderas.
El inicio
Peña contó que las ocupaciones comenzaron en el año 2016 y que las autoridades provinciales les garantizaron que pararían la usurpación de los terrenos, pero que en la práctica todo siguió igual.
“A nosotros nos recibió en ese entonces el encargado de Medio Ambiente en la zona, Joaquín Bautista, pero a partir de ahí nunca más nos puso caso”, dijo Peña.
La longevidad del problema fue reconocida por el senador de la provincia Peravia, Wilton Guerrero, quien declaró que “la mayor parte de los problemas a los que hace referencia el obispo se refieren a años anteriores”, no obstante, reconoció que “hay algunos daños nuevos, pero tan pronto tuvimos conocimiento de la situación lo notificamos a Medio Ambiente”.
Nuevo ataque
El presidente de la Sociedad Ecológica de Baní, Adalberto Arias, aseguró que los “casos nuevos” abundan y que se han acrecentado desde hace dos meses.
Arias señaló al encargado de Medio Ambiente en el lugar como el principal responsable, ya que no ha asumido el problema.
“Si el ministro no procede nosotros entonces vamos a someterle a la Justicia”, informó.
Las nuevas ocupaciones están concentradas en Las Calderas y Las Salinas.
Uno de los ocupantes, que se abstuvo de dar su nombre, dijo que se han instalado allí porque no tienen para pagar alquiler y que a fin de cuentas todas las áreas próximas a las playas han sido ocupadas.
“Lo que pasa es que nosotros somos pobres y no tenemos padrinos, ese obispo nunca ha venido por aquí para conocer nuestra situación”, afirmó en tonos airados.
No obstante, esa misma persona, había parcelado una porción significativa del parque y empezado una construcción de miles de pesos.
«No se trata de padrinos ni de gente pobre, de hecho soy un defensor de los pobres, es de cumplir con la Ley y d proteger nuestros recursos, esa es la discusión», aseveró Monseñor Víctor Masalles.
Papeles falsos
EL DÍA recibió constancia de una certificación emitida por el alcalde de Las Calderas, Cruz Trinidad, en la cual valida la ocupación de una porción de 300 metros y señala que el propietario posee ese terreno, que es de su propiedad desde el año 2015.
“Eso es mentira, esa gente tiene dos meses de haber empezado a empalizar porciones del área protegida y ya andan diciendo que tienen cinco años ahí”, sostuvo Arias.
Agregó que muchos de los asentamientos son justificados porque “supuestamente están en las zonas de amortiguamiento del área que son trescientos metros, pero esa gente era la misma de 2016. Lo que han hecho es extender las parcelas y han seguido invadiendo el parque”.
La ocupación y la tala no son el único problema.
La destrucción de las dunas es otro de los males que afecta la reserva natural. “Muchos camiones entran con basura y salen con arena, eso es común”, denunció Arias.
Sobre el lugar
— Antedecentes
Las dunas de Baní fueron convertidas en reserva natural mediante decreto en el año 1996. El lugar es rico en biodiversidad y propicio para el ecoturismo.