En marzo del 2020 se registraron en República Dominicana los primeros casos de coronavirus. Enfermedad originaria de Asia, que azotó Europa antes de llegar a América. Una pandemia que ha matado cientos de miles de personas y frenado la economía mundial.
En nuestro país la enfermedad encontró campo fértil, ante un sistema de salud deficiente y un gobierno sin la autoridad moral para imponer las medidas necesarias. Por más que quisieron maquillar las estadísticas la realidad es evidente.
Pero si el Covid-19 ha sido una pandemia terrible; hay una pandemia que nos ha hecho mucho más daño, que ha provocado más muertes y afectado más a nuestra economía: el Partido de la Liberación Dominicana.
Todos los meses cientos de personas mueren víctimas de la violencia y la criminalidad, miles mueren todos los años por accidentes de tránsito, y son incontables las personas que mueren por la precaria condición de nuestros hospitales.
En términos económicos, tenemos el país hipotecado; si dividimos la deuda pública entra la cantidad de ciudadanos, cada uno debe cerca de 350 mil pesos.
Esa pandemia morada no solo nos mata y destruye nuestra economía, también ha destruido la institucionalidad, poniéndola al servicio de la corrupción y la impunidad. Se han burlado de la Constitución y las leyes, de la democracia y los derechos… Se han burlado de todos nosotros.
Esa plaga ha sido tan dañina que ha corroído los valores morales de nuestra sociedad. Mostrando que el hombre y la mujer de trabajo valen menos que el corrupto y el narcotraficante.
Lamentablemente no sabemos cuándo llegará la vacuna para el coronavirus, pero afortunadamente estamos a pocas semanas de que llegue la cura para la otra pandemia: el PLD.