Las cuencas y sus partes, sostén de vida

Las cuencas y sus partes, sostén de vida

Las cuencas y sus partes, sostén de vida

SANTO DOMINGO.-En ellas convergen la vida y desarrollo de las comunidades en todo el mundo, tienen líneas definidas y personalidad propia.

Se tratan de las grandes cuencas hidrográficas, que juegan un rol de primer orden ya que de estas depende el agua que consume la población, como además en su entorno o trayecto se producen alimentos y energía, así como el desarrollo de actividades sociales, económicas y culturales.

Una cuenca en mal estado afecta servicios básicos.

Dentro de las cuencas se tienen los ríos con cauce definido, arroyos los cuales poseen escasa agua y las cañadas de las cuales algunas son temporeras y otras son de aguas residuales.

En estas se conjugan recursos naturales renovables como las plantas, fauna y el paisaje; no renovables como minerales, el suelo, el agua, y antropogénicos, que son las intervenciones de los seres humanos, es decir las organizaciones, cultura de la población, su economía y sociedad.

“En las cuencas interviene el hombre y todo lo que le rodea, se dividen en tres: en la parte baja de estas encontramos las grandes ciudades, en la media se localizan zonas rurales con su desarrollo económico, social y cultural, y la parte alta bien conservada, existe una gran diversidad porque la intervención humana es mínima”, explicó la ingeniera Laura Virginia Díaz Rosario, técnico de Suelos y Agua del Ministerio de Medio Ambiente.

Cuencas RD
Tras destacar la importancia medio ambiental de las cuentas, Díaz Rosario cita entre las más importantes del país, la cuenca del rio Nizao de la cual dependen las presas Jigüey, Aguacate, Valesia y el contra embalse de las Barias, que en total tienen una capacidad de almacenamiento de 340.3 millones metros cúbicos de agua, y generan 431.26 gigavatios por hora y por año de electricidad.

“Uno de los elementos de gran importancia de las cuencas es el agua. Muchos procesos, el ecosistema y la biodiversidad dependen esta, del suelo y del ciclo hidrológico de la zona, y sin agua no hay vida”, comenta la experta.

Pone en contexto que hoy día el cambio climático y la desertificación están provocando cambios en los ecosistemas y biodiversidad, algunas especies y ríos están desapareciendo. Donde un rio y/o arroyo que tenían agua permanente se secan, no vuelven a ser lo que era, se transforman en una zona de drenaje para la escorrentía de las aguas de lluvia.

De ahí, que el suelo es uno de los elementos claves más importantes de una cuenca, ya que el mismo da soporte a las plantas, retiene algunos elementos que contribuyen al cambio climático, y a través de este se filtra el agua de las precipitaciones convirtiéndolo en una esponja que la suelta lentamente permitiendo tener agua disponible para las plantas y demás seres vivos que intervienen en esa zona, entre otros beneficios que este ofrece.

Los seres humanos con sus intervenciones, el golpeteo de las lluvias directa en los suelos provoca que estos erosionen y poco a poco estos se vayan perdiendo.

Cuidar las cuencas

— Sugerencia
La profesional insiste en que se debe trabajar para mantener las cuencas sanas, ya que de ellas dependen los principales servicios ecosistémicos necesarios para vivir y la economía de la zona. Maltratada y en mal estado implica invertir dinero para su mantenimiento.