Santo Domingo .-En una época en la que con un “click” tienes acceso a miles de libros, todavía hay personas que van a estos lugares físicos. Y es que en los últimos ocho años el promedio de usuario estuvo cerca de los 69 mil personas que acudieron a alguna biblioteca pública.
Ya sé que se preguntarán ¿Cómo es posible, si algunas de ellas han ido desapareciendo? Pues según los datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del 2015 al 2022, es decir, en ocho años, más de 555 mil 111 personas fueron y usaron los servicios de las bibliotecas públicas.
Al ver la cantidad de usuarios en este periodo se saco el promedio aproximado de personas que fueron a las bibliotecas, el cual se mencionó, al comienzo.
De los 555 mil 111 usuarios que visitaron estos espacios para adquirir nuevos conocimientos, 323,845 correspondieron a mujeres, representando un 58 %, mientras que 231,266 fueron hombres, para un (41.6 %).
2019, el año récord
Las estadísticas revelan una fluctuación en la demanda de estos servicios y que, al igual, que otras áreas del desarrollo de la vida nacional, el Covid-19 también los afectó.
En 2020, año de la pandemia, sólo unas 10,754 personas usaron los servicios de la biblioteca. Al año siguiente este número se duplicó, es decir, que la gente estaba recobrando la normalidad.
Sin embargo, para el 2022 se registraron más de 60,012 personas, lo que indicaba un nuevo repunte.
Los años más florecidos, al añalizar la data, fueron del 2017 al 2019, siendo este último el año en el que se habría roto el récord de personas que utilizaron los servicios de las bibliotecas públicas, ya que pasaron los cien mil usuarios.
Cabe resaltar que estos son datos preliminares y no incluyen a todas las bibliotecas, según el informe de la institución que está colgado en la página web de la ONE.
¿Qué buscan?
EL DÍA preguntó qué va a buscar una persona a la biblioteca cuando la tecnología te permite aparentemente tenerlo todo.
A esto, Lorenza M. Rivera, encargada del departamento de Servicios al Público de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, explicó que la tecnología te lleva a plataformas que contienen informaciones, pero “que no siempre son fidedignas ni confiables”.
Preciso que la biblioteca conserva la historia de un pueblo o nación y la evolución del pensamiento crítico de hombres y mujeres de diferentes épocas a través de sus filósofos, escritores, historiadores e investigadores.
Afirma que “el libro nunca podrá ser sustituido, ya que dice un adagio, las plataformas te podrán dar 100 definiciones de lo que quieres saber, pero el bibliotecario te dará la correcta”.
Destaca que también las personas van a la biblioteca en busca de tranquilidad, de un espacio idóneo para leer e investigar.
Asimismo, van en busca de internet y wifi de manera gratuita y por las actividades culturales.
Resalta que el hecho de que el año pasado más de 60 mil personas visitaran las bibliotecas indica que éstas no desaparecerán.
“Si bien es cierto que la necesidad de información siempre ha de existir, en la medida que el mundo avanza hacia nuevas tecnologías de base digital, las bibliotecas tienden a transformarse, desde reservorios de libros, a centros de información integrados, que ofrecen un conjunto de servicios que garantizan su vigencia hacia el futuro”, expresó.
A Rivera también le preguntamos: ¿Qué tipos de libros son los que más demandan los usuarios? “En el caso de esta biblioteca”, respondió “los libros de ciencias sociales”.
La encargada detalló que además de los libros, las bibliotecas ofrecen otras alternativas, como son los servicios hemerográficos, con el que se facilita el acceso a revistas y periódicos.
También acceso a base de datos, a textos completos, visita guiada, formación de usuarios, exposiciones, servicios a personas con discapacidad, consulta a Biblioteca Digital del Patrimonio Dominicano y servicio de registro de ISBN a los libros.
Fuentes usadas
Otros datos colgados en la misma página de la ONE muestran el tipo de fuentes que fueron consultadas en las bibliotecas públicas del 2014 al 2022.
Los principales tipos de fuentes más consultadas por los usuarios en las bibliotecas públicas fueron sociales, internet, ciencias puras, historia y geografía, literatura y filosofía.
Estos datos, al igual que los anteriores, son preeliminares.
….Hacia el conocimiento
La Federación internacional de asociaciones e instituciones bibliotecarias y la Unesco, en su manifiesto sobre bibliotecas públicas, actualizada en el 2022, expresa que la libertad, la prosperidad y el desarrollo de la sociedad y de los individuos son valores humanos fundamentales.
“Estos valores sólo podrán alcanzarse mediante la capacidad de ciudadanos bien informados de ejercer sus derechos democráticos y desempeñar un rol activo en la sociedad.
La participación constructiva y la consolidación de la democracia dependen tanto de una educación satisfactoria, como de un acceso libre y sin límites al conocimiento, el pensamiento, la cultura y la información.
La biblioteca pública, un portal local hacia el conocimiento, constituye un requisito básico para el aprendizaje a lo largo de toda la vida, la toma independiente de decisiones y el desarrollo cultural de los individuos y los grupos sociales”, indica el documento.
También proclama la importancia de las bibliotecas como fuerza viva de la educación, la cultura, la inclusión y la información, y como agente para lograr el desarrollo sostenible y para que los individuos alcancen la paz y el bienestar espiritual a través de su pensamiento.
La Unesco alienta a las autoridades nacionales y locales a apoyar y participar activamente en el desarrollo de las bibliotecas públicas.
Censo
1,476
Bibliotecas.
La ONE tiene registrada esta cantidad y de acuerdo al tipo, son escolares, públicas, especializadas y de instituciones de enseñanza superior según un estudio del año 2011.
276
Públicas.
La mayoría en Santo Domingo, Azua, Santiago y Barahona.
995 Escolares.
Las cuales se concentran en Santo Domingo, DN y Santiago. El Seibo, La Romana y Santiago Rodríguez son las que menos bibliotecas tienen.
