Aunque la actuación de la selección nacional de baloncesto que buscaba su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024, realizó un trabajo muy bueno, muchos aficionados, seguidores al dedillo del básket local, no están contentos y convencidos de la ausencia de algunos estelares.
En ese sentido, les dejo una comunicación que me envía Ángel Luis García, quien conoce muy bien las estructuras de esa selección.
A continuación la misiva de García:
La entrega y el compromiso con la selección nacional son valores invaluables. Sin embargo, en la República Dominicana, algunos jugadores de baloncesto y otras disciplinas muestran falta de amor por representar a su país.
En contraste, jugadores como Giannis Antetokounmpo y Luka Doncic, ambos destacados en la NBA, demuestran devoción por sus naciones. Giannis juega lesionado por Grecia, y Luka eleva a Eslovenia en cada torneo.
Afortunadamente, algunos jugadores dominicanos, como Andrés Féliz, Jean Montero, Víctor Liz, Chris Duarte y Eloy Vargas, han mostrado un compromiso inquebrantable con la camiseta nacional. Empero, esta dedicación no es unánime.
Al Horford, uno de los jugadores más prominentes, ha quedado en deuda al ausentarse de tres mundiales de baloncesto. Karl-Anthony Towns, aunque comprometido, ha jugado solo en pocas ocasiones con la selección, lo que ha afectado al máximo el desempeño del equipo.
Representar a su patria es el mayor honor y gloria que pueden alcanzar.
Para un atleta defender los colores de la bandera es un acto de pasión, entrega y orgullo. Es más que competir; es llevar en el corazón el nombre de tu país y luchar con todas tus fuerzas por su honor.
La selección nacional necesita más que talento; necesita corazón y entrega.
Es hora de que los jugadores dominicanos comprendan la importancia de su papel y se comprometan a dar lo mejor de sí mismos por el honor y la gloria de su patria.
RADARES.- Todos los males que afectan a Cuba en los últimos 60 años, son atribuidos por la cúpula política de ese país, al embargo “criminal” de Estados Unidos.
Por eso, nadie debe poner en duda que también se le echará la culpa, de que la isla lleve la delegación más baja desde 1964, a los Juegos Olímpicos de París, previsto a realizarse desde el 26 de julio al 11 de agosto.