Santo Domingo.-Por ser Semana Santa, época de reflexión y espiritualidad, nada mejor que entrar en contacto con la naturaleza, disfrutar del trinar de los pájaros, el silbido de los árboles y el rocío del agua cuando se opta por algún recorrido a los saltos o uno de los tantos humedales con que cuenta el país.
Hay muchos lugares espectaculares por conocer, dotados de paisajes únicos y facilidades para una aventura inolvidable en pareja o grupo de familia.
“La Semana Mayor es ideal para visitar áreas protegidas, porque es un tiempo para meditar y reencontrarse consigo mismo, despejar la mente y ese contacto con la naturaleza hace que uno respire otro aire, alejado de la contaminación”, comentó Isabel Bonnelly, encargada de Ecoturismo del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, quien citó algunas opciones posibles para visitar o aventurar.
Insiste que cuando se llega a un río, un lago, una montaña, una cueva u otro entorno, la gente automáticamente entra en un despertar con su espiritualidad o interior, encontrando en cada lugar esa paz y quietud que sólo ofrece la naturaleza.
Entre las opciones cercanas que Bonnelly recomienda están visitar el Gran Santo Domingo, el salto de Jima, en Bonao, próximo a la autopista Duarte, lugar señalizado con una vegetación virgen, cascada y bello sendero para recorrer.
“Tenemos las cuevas del Pomier, en San Cristóbal, que es una de las reservas antropológicas más importante del país, con más de 900 pictografías”, dijo.
Igual están los humedales del Ozama, con sus ventiuna lagunas, los cuales están camino a La Victoria, donde se puede montar en bote, pescar o volar chichiguas, para niños y adultos.